Según economistas
La acción rápida para enfrentar la propagación del Covid-19, los líderes deben generar confianza y la crisis promoverá mejorar los servicios básicos de atención, son tres lecciones que presenta la crisis sanitaria provocada por la pandemia, según analistas económicos de diferentes países.
La pandemia de coronavirus es la crisis mundial más urgente de nuestra época, y expone debilidades estructurales y exacerba la desigualdad. Mientras los países enfrentan los impactos de la Covid-19, los encargados de formular las políticas buscan soluciones eficaces y equilibradas para abordar los desafíos tanto en materia de salud pública como de recuperación económica, señala Mari Elka Pangestu, directora gerente de Políticas de Desarrollo y Alianzas del Banco Mundial, en su artículo: ¿Qué se necesita para lograr la contención de la COVID-19 (coronavirus) y la reactivación económica?, en el blog del organismo internacional.
Para comprender qué enfoques han tenido éxito y cómo podrían ayudar a otros países y regiones, organizamos una sesión con funcionarios responsables de formular políticas en Colombia, Ghana, Sudáfrica, Vietnam y la región italiana de Véneto, dice la experta.
Indica que los expertos mundiales en salud y economía Peter Piot y Carmen Reinhart aportaron sus ideas sobre el complejo, pero necesario equilibrio entre la salud pública y las necesidades económicas. En el debate se destacó que los países y los asociados en la tarea del desarrollo siguen aprendiendo mientras ponen en práctica medidas de mitigación de riesgos.
Una de las primeras propuestas apunta a una acción rápida y decidida, que consideran que es fundamental. “Las respuestas exitosas han implicado medidas tempranas y pruebas a gran escala, seguimiento de contactos y aislamiento físico de pacientes enfermos y, al mismo tiempo, una adaptación rápida a la evolución de las circunstancias”, sugieren.
Pero no basta con esa primera acción, sino que plantean que los líderes deben generar confianza y comunicarse con honestidad. “Esto significa ser abiertos y colaborar con los asociados y las comunidades para ayudar a las personas a responder a la pandemia y tomar las precauciones necesarias”, señalan.
Pero no todo es negativo, ya que en su última conclusión sostienen que la crisis presenta una oportunidad para mejorar la calidad y el alcance de los servicios esenciales, no solo de la atención de la salud, sino también de la protección social, por ejemplo con los pagos digitales para llegar a poblaciones vulnerables que trabajan en la economía informal o carecen de acceso a cuentas bancarias.
Los oradores señalaron que todavía nos encontramos en los primeros días de esta pandemia. Una respuesta eficaz requerirá un alto nivel de coordinación y cooperación dentro de los países y entre países, usando toda la gama de herramientas y opciones posibles, indica Elka Pangestu.
Colombia
En el caso de Colombia, el Gobierno trabajó de manera estrecha con el sector privado, impulsando a decenas de empresas a cambiar su producción y empezar a fabricar equipos de protección personal y respiradores. La crisis aceleró también el uso de la tecnología y la digitalización, lo que es motivo de esperanza de un futuro más próspero para todos los colombianos.
El diálogo dejó en claro que los encargados de formular las políticas reconocen que la salud pública y la recuperación económica están interconectadas.