Marina Flores, de 40 años de edad y madre de 9 hijos, tras haber dado a luz hace 7 meses no se recuperó de su último parto y por falta de atención sufrió un derrame cerebral. Ante la carencia de recursos solicita ayuda de la población para recuperarse y ayudar a su familia, debido a que era el único sustento tras el abandono de su pareja.
Los familiares explicaron que hace un mes tuvo una recaída y por falta de recursos económicos no se atendió y ahora tiene un derrame cerebral que la tiene en cama.
“Hace una mes hemos peregrinado por atención médica para mi hermana, se estaba deshidratando y sufría de desnutrición. Ella tuvo su bebé hace 7 meses en el que perdió mucha sangre desde entonces no se ha podido recuperar por falta de alimentos. Hace una semana recién se internó en el Hospital Municipal Los Pinos, donde el médico nos dijo que tiene derrame cerebral”, explicó su hermana menor María Flores.
Informó que al ingresar aún estaba caminando y decía que le dolía el estómago, pero luego de estar una semana internada, su estado empeoró y quedo en estado vegetativo. La tomografía revela que tiene dos venas reventadas y los familiares decidieron llevarse a Marina a su casa y cuidarla.
“Los doctores indican que va a quedarse así de por vida, no podrá caminar. En el cuarto, donde vive como cuidadora, mi hermana comenzó a reaccionar abrió los ojos y por lo menos recibe alimentos líquidos. Le mostramos al bebé y ella lo mira con detenimiento como si quisiera agarrarlo, ella está luchando por seguir con vida por sus hijos”, aseguró su hermana.
Dos de los hijos de Marina trabajan para ayudar a su madre con los gastos de la casa, pero esto no es suficiente, pues uno ellos debido a la pandemia fue despedido y el segundo continúa cargando mercadería en la Feria de la 16 de Julio con el riesgo de contagiarse con esta enfermedad. Toda ayuda es bienvenida dice su hermana, y espera su llamada al número 78889738.
“Los hijos de mi hermana tienen 21, 18, 16, 14, 12, 9, 5 y 3 años y un bebé de 7 meses. Mi hermana ahora necesita de atención permanente y yo estoy dispuesta hacerlo. Yo pedí ayuda a través de las redes sociales para mis sobrinos, pues somos una familia de escasos recursos que vive en Senkata, y ellos sólo están como cuidadores de ese terreno”, enfatizó Flores.
La ayuda va llegando, gracias a la difusión del caso en redes sociales, y están muy agradecidos, pero aún guardan la esperanza de que algún neurólogo pueda atenderla y decirles que no todo está perdido.
Los niños, con su inocencia, se divierten con los juguetes donados.