Venta de mascarillas se dispara por la pandemia
La pandemia ha provocado un aumento de contaminación por productos desechables, como mascarillas de plástico y botellas de desinfectante para las manos. Las políticas comerciales podrían ayudar a limitar la propagación de los desechos generados por el coronavirus, según señala la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, siglas en ingles) Los confinamientos producidos por el coronavirus en todo el mundo han generado una dramática caída del 5% en las emisiones de gases de efecto invernadero, según las estimaciones de la UNCTAD. Pero no todas las medidas para contener la pandemia han tenido un impacto positivo en el medio ambiente.
Nuestras calles, playas y el océano han sido sumergidos por una marejada de desechos de Covid-19, los cuales incluyen mascarillas, guantes, botellas de desinfectante para las manos y envases de alimentos, todos hechos de plástico, señala una nota de prensa.
"La contaminación por plásticos ya era una de las más grandes amenazas a nuestro planeta antes del coronavirus", dijo Pamela Coke-Hamilton, directora de comercio internacional de la UNCTAD.
"El rápido aumento en el uso diario de ciertos productos que ayudan a proteger a las personas y a detener la propagación del virus está empeorando las cosas", advirtió.
Se pronostica, por ejemplo, que las ventas globales de mascarillas desechables aumenten de 800 millones de dólares en 2019 a 166 mil millones en 2020, según estimaciones de la empresa de consultoría Grand View Research.
Pero eso es sólo parte de la historia. El distanciamiento social también está generando una avalancha de productos enviados diariamente a hogares, envueltos en una gran cantidad de envases, a medida que los consumidores recurren cada vez más a las compras en línea y a la comida para llevar. Los desechos de plástico son enormes.
Por ejemplo, durante el confinamiento de ocho semanas de Singapur, el cual se empezó a levantar el 1 de junio, los 5,7 millones de residentes de la ciudad-estado desecharon 1.470 toneladas adicionales de envases de plástico de comida para llevar, según una encuesta citada por el Los Angeles Times.
Los datos históricos nos indican que probablemente cerca de 75% del plástico generado por la pandemia se convertirá en desechos que llenarán nuestros vertederos y mares. Y los costos son asombrosos.
Los efectos negativos indirectos de los desechos de plástico para la pesca, el turismo y el transporte marítimo, por ejemplo, suman los 40 mil millones de dólares cada año, según estimaciones del Programa de la ONU para el Medio Ambiente.
EL SUBESTIMADO ROL DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
El plástico es un componente en innumerables productos exportados e importados todos los días en cada rincón del mundo, desde automóviles hasta juguetes para niños y electrodomésticos. Incluso los productos que no contienen plástico, como manzanas o barras de chocolate, son transportados en millones de toneladas de envases de plástico cada año.
"La producción y el consumo de plástico son parte de un sistema global que tiene muchas dimensiones comerciales", dijo Coke-Hamilton.
"Pero el papel importante que las políticas comerciales mundiales podrían tener en la lucha contra la contaminación por plásticos no ha atraído la atención que se merece", estimó al presentar el 3 de julio al Comité de Comercio y Medio Ambiente de la Organización Mundial del Comercio un análisis de la UNCTAD sobre el comercio de plásticos y el desarrollo sostenible.
El número de medidas comerciales notificadas a la OMC – como reglamentos técnicos, subsidios, licencias y prohibiciones – que mencionan los plásticos ha aumentado 28% al año durante la última década, lo que demuestra que los países miembros de la organización están cada vez más preocupados con el problema de la contaminación por plásticos.
"Pero la manera en que los países han estado usando las políticas comerciales para combatir la contaminación por plásticos ha sido mayoritariamente descoordinada, lo cual ha limitado la efectivad de los esfuerzos.” dijo Coke-Hamilton. "Hay límites a lo que cualquier país puede lograr por sí solo".
Ella también destacó que las 164 economías en desarrollo y desarrolladas que componen la OMC tienen la capacidad de redactar normas comerciales multilaterales que podrían abordar de manera más eficiente los problemas fundamentales relacionados a la producción y el consumo mundial de plásticos.
MENOS CONTAMINACIÓN, MÁS EMPLEO
Además de regular la producción y el consumo de plásticos, la UNCTAD insta a los gobiernos y las empresas a identificar sustitutos al plástico que no sean producidos a partir de combustibles fósiles.
La lista de materiales no tóxicos, biodegradables o fácilmente reciclables que podrían sustituir el plástico incluye muchos ya conocidos, como vidrio, cerámica, fibras naturales, papel, cartón, cáscara de arroz, caucho natural y proteínas animales.
Dado que los países en desarrollo son proveedores importantes de muchos de estos materiales, una mayor demanda mundial podría ofrecerles nuevas oportunidades comerciales y de inversión en sectores más ecológicos.
Las naciones en desarrollo exportan, por ejemplo, el 92% del yute mundial, siendo Bangladesh (74%) e India (9%) los principales países productores. También produjeron en 2019 el 94% de las exportaciones mundiales de caucho natural, con Tailandia (31,5%), Indonesia (30%) y Costa de Marfil (8,5%) a la cabeza de la lista.
Los países en desarrollo tienen una gran participación en la economía mundial del plástico. Su participación en la producción global aumentó de 43,5% en 2009 a 58% en 2018. Además, estos países albergan dos de cada tres empleos en las industrias de fabricación de plásticos.
"Dado que muchos materiales que podrían sustituir el plástico requieren una mano de obra importante, los cambios en los patrones de producción y consumo podrían crear nuevos empleos", concluyó Coke-Hamilton.
Foto @Martina.