Formas de protesta social generan riesgos para la salud

Hoy no solo debemos enfrentar una pandemia mundial como es el coronavirus (Covid-19), sino también nos damos cuenta que las formas tradicionales de protesta social solo generan mayores riesgos para nuestra salud.

Al respecto, fueron aprobados decretos supremos como el 4.196 “Declarar emergencia sanitaria nacional y cuarentena en todo el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia”, DS 4.199 “Cuarentena Total en todo el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia, contra el contagio y propagación del Coronavirus” y el DS 4.200 “Reforzar y fortalecer las medidas en contra del contagio y propagación del Coronavirus (Covid-19) en todo el territorio del Estado”. Pese a los riesgos que implicaba el virus, algunos sectores sociales en ciertas regiones del país asumieron protestas y peticiones callejeras.

Más allá de apoyar o descalificar dichos actos públicos, es importante establecer ¿cuáles son los riesgos para la salud pública por este tipo de protestas? ¿La Policía está debidamente equipada y capacitada para atender este tipo de protestas? En una etapa de pandemia mundial, es importante para la ciudadanía saber cuáles riesgos enfrenta en el momento de participar o solo visualizar las protestas sociales en las calles.

La Policía como institución que conserva el orden público y muchas de las personas que se organizan para realizar las protestas sociales, estarán al pendiente de la cantidad de gente que participa, del tiempo de la protesta y del recorrido de la misma que pueda llamar la atención tanto de la población como de medios de comunicación. Pero en ningún momento llegarán a establecer si alguna de las personas que participa es asintomática, si presenta síntomas leves del Covid-19, si las prendas que trae puestas están o no desinfectadas y peor aún, si las calles por las cuales harán sus recorridos de protesta están desinfectadas. Por lo tanto, hay alto riesgo de que estas personas no solo se contagien en sus mismos sectores, sino sobre todo trasladen el virus hasta sus hogares, porque estarán impregnando su ropa o zapatos con el virus.

Según datos de la Policía Boliviana, las personas que fueron aprehendidas en actos de contravención a las normas nacionales llegaron a 3.719, de las cuales 198 se opusieron al DS 4.196, 1.107 al DS 4.199 y 2.414 personas al DS 4.200. Muchos de ellos no solo tuvieron que pagar multa, sino en varios casos generaron sobre todo riesgos para la salud pública.

En los últimos días las redes sociales, sobre todo Facebook, han hecho conocer la muerte de varios dirigentes o representantes de sectores sociales que en determinado momento asumieron algún tipo de protesta social o simplemente estaban en contacto con muchas personas, como resultado de su representación. Lastimosamente muchos de ellos corrieron el riesgo de contagiarse, pero sobre todo pusieron en riesgo a sus familiares.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la propia Organización Panamericana de la Salud (OPS), una persona infectada, al no estar en cuarentena y no asumir los protocolos de salud, genera riesgo de contagiar a cinco o más personas, no solo porque pueda estornudar o toser, dejando las partículas del virus que salen de su boca en el aire, el suelo o encima de alguna superficie. Esta persona como muchos de nosotros difícilmente saldrá a las calles con las prendas de vestir desinfectadas, por lo tanto, sus zapatos, ropa externa, las manos y hasta su propio barbijo, son portadores del virus, los cuales, al encontrarse en un conglomerado de personas, pueden impregnar las prendas de otras personas y así, sucesivamente, transmitir la enfermedad a varias víctimas.

Por lo tanto, es tiempo de que la población encuentre otras formas de protesta, para hacer conocer su posición con menor riesgo para la salud de ellos mismos, de su propia familia y por ende de la población. En consecuencia, bloqueos, marchas y concentración de personas son actos de mayor riesgo para la salud pública y provocan la saturación de centros hospitalarios.