Ya no es extraña la posición de los dirigentes de la Central Obrera Boliviana de obrar intransigentemente con todo lo que haga o digan las autoridades de gobierno. Desde la ascensión del actual régimen, los dirigentes, de las tendencias que sean, siempre han adoptado posiciones contrarias al gobierno sin dar mayormente razones y hasta alegando motivos baladíes, sin importancia. Todo muestra que esos dirigentes no representan a la “masa laboral”, como normalmente se dice, sino que están para servir y defender intereses y conveniencias creados que, desde su interior, hacen notar apoyando o contradiciendo posiciones anómalas que muchas veces perjudican al interés colectivo.
Nadie niega la necesidad y urgencia de las elecciones; pero pierden totalmente su razón de ser ante lo que significa la salud y vida de la población que debe cuidarse y preservarse sobre cualquier otro interés. Sin embargo, hay dirigentes cobistas que buscan afanosamente que las elecciones fijadas inicialmente para el 6 de septiembre se lleven a cabo de todos modos (aunque el TSE hace poco determinó que se efectúen en octubre) y que, simultáneamente, se atienda los problemas de salud. No conciben que la atención del grave problema del virus y combatir contra él recurriendo a todos los recursos, debe ser prioritario para todos y que nadie puede soslayarse de su atención; las elecciones son un acto político que se puede efectuar en cualquier tiempo y éste no es el momento para llevarlo a cabo.
Es innegable, por otra parte, que hay candidatos, partidos y entidades propiciadoras que tienen interés capital en llevar a cabo las elecciones y seguramente puede ser porque hay intereses y conveniencias que obligan a esa exigencia, aunque se reconozca que nada puede ser prioritario frente a la salud que tiene capital importancia. Intransigencias para llevar a cabo las elecciones posponiendo el caso de la salud, no tienen razón de ser aunque se alegue “defensa de sus mandantes” que, no debe olvidarse, podrían ser víctimas del virus aun sin respetar su condición de trabajadores; además, nada raro sería que algunos directivos de la misma entidad obrera sean víctimas del virus fatal y un sentido de responsabilidad los obliga a cuidarse y cumplir las previsiones de las autoridades de salud.
No corresponde, pues, que la COB se oponga a la salud y vida de la población y exija que tienen prioridad las elecciones en que, innegablemente, hay intereses creados. La COB, por moral y responsabilidad sindical y laboral, está obligada a abandonar sus intransigencias y actuar de consuno con los intereses nacionales, abandonando conveniencias ajenas que no tienen importancia para la población.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |