Son muy frecuentes las críticas y aseveraciones de los miembros del anterior régimen contra el Gobierno Transitorio. Una de ellas por la falta de insumos médicos, pruebas y deficiencias en hospitales, etc. Esta postura linda con el cinismo, pues está presente en la ciudadanía que en 14 años de gobierno, Evo Morales y compañía relegaron la salud al último plano, pese a haber disfrutado de una bonanza financiera jamás conocida en Bolivia, no por obra de su detentación del poder, sino gracias a los altos precios de las materias primas.
Corresponde recordarles que nadie permaneció gobernando tan dilatado tiempo, haciendo su responsabilidad aún mayor. El actual gobierno trata de subsanar la salud en la medida de lo posible, por el estado calamitoso heredado, aunque sin alcanzar a cubrir todas las deficiencias. Está claro que la pandemia avanza cada vez más rápido a niveles explosivos, que los esfuerzos desplegados.
Otro plano que tratan de explotar los legisladores masistas de la Asamblea Plurinacional dice relación con una supuesta “sañuda” persecución política contra dirigentes sociales, instaurándoles múltiples juicios. Al respecto invocan que se trata del ejercicio del derecho constitucional a la protesta y a la huelga, pero la Constitución no regula el abuso ni el daño que infiere este desmán a la colectividad. En cambio lo hace la legislación del trabajo y una serie de previsiones legales, por supuesto incumplidas. Lo cierto es que los detenidos por estas causas no alcanzan a los dedos de las manos. La totalidad de tales detenidos por la Justicia, más tardan en ingresar en dicha calidad que en salir libres, no obstante de tratarse de subversivos, terroristas y bloqueadores. A propósito, no se conoce en nuestro medio un solo sentenciado bajo dichos cargos y similares. Es una tradición más de la impunidad contra toda la gama de delitos contemplados en el Código Penal.
El bloqueo de caminos ya iniciado por determinaciones de los cuestionados dirigentes de la COB, no es otra cosa que su obediencia a las instrucciones del ex presidente Morales, de impedir el tránsito de comestibles para provocar el hambre y el caos propicio a la desestabilización. Significa que el privilegiado residente en Buenos Aires mantiene en pie su estrategia asentada en el bloqueo para una rápida siembra del hambre.
El ahora opositor MAS alaba sin tasa ni medida las inversiones de su pasado régimen, gastos sobre los cuales resumidamente basta citar la Planta de Urea y Amoniaco de Bulo Bulo, en el Chapare, que pese a los más de 1.000 millones de dólares invertidos, paró a los pocos días de funcionamiento por defectos de diseño o de ejecución. Otra muestra es la Empresa Nacional Azucarera de San Buenaventura, para cuya instalación el gobierno no había previsto ni la cantidad necesaria de materia prima (caña de azúcar), según reconocieron sus mismas autoridades. Algo similar ocurre con las plantas separadoras de líquidos del sudeste del país. El espacio no alcanza para más casos erráticos del dispendio de recursos.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |