No existe control
A falta de control de parte de las autoridades en El Alto, los choferes implementaron cobros ilegales de pasajes, cuyo monto de tarifa varía de la cantidad de pasajeros: si llevan el minibús completo de ocupantes a Bs 1, si son 9 a Bs 1,50 respectivamente.
Varios sectores de vecinos denunciaron este tipo de actitudes abusivas por parte de los operadores del servicio público de minibuses, pertenecientes a la Federación Andina de Choferes 1ro. de Mayo a la cabeza de Víctor Tarqui, quien a pesar de los compromisos efectuados, en coordinación con las autoridades municipales, aceptaron las condiciones de cumplimiento en el tema de la bioseguridad y mantener la tarifa actual diferenciada.
Esta actitud del cobro de pasajes se ha podido advertir desde hace mucho tiempo atrás en las diferentes zonas, donde para el efecto los conductores del servicio público utilizan como referencia las Ex Trancas y aquellos puntos de referencia e implementar este tipo de cobros ilegales, que están prohibidos, pero a falta de control policial y municipal nadie puede poner un alto a estas arbitrariedades.
La modalidad que han impuestos en estos sectores depende del número de pasajeros que llevan en sus motorizados, el mismo que dependen de los horarios claves donde existe mayor número de pasajeros, el cobro es de Bs 1, porque llevan asientos completos, incumpliendo, las normas de bioseguridad.
De la misma forma, cuando no existe mayor demanda, deciden cobrar Bs 1,50, con la excusa de que no pueden ir vacíos y tienen la necesidad de llevar una renta acorde a sus necesidades, donde al igual que en el anterior caso la falta de los protocolos de bioseguridad no son cumplidos.
“No podemos ir vacío, porque no nos conviene, si quiere puede quedarse no les estamos obligando a subirse”, son las aseveraciones que se escuchan a diario por parte de los choferes en la ciudad de El Alto.
Este y otro tipo de arbitrariedades son las actitudes que todos los días tiene que soportar el usuario, donde no existe una autoridad municipal o policial, al cual se pueda denunciar dichos abusos, siendo a que a esto se suma el carácter agresivo que tiene que aguantar la población.