A fines de mes de mayo se publicó un artículo mío en Página del Sur, con el título: “Proyecto de Ley sin fundamento técnico”, sobre que los trabajadores aportantes a las Administradoras del Fondo de Pensiones puedan retirar sus aportes a las mismas hasta en un 25 %, luego de escuchar a un Honorable presentar el referido proyecto de ley. Lo sensible es que insista en su proyecto para la devolución de aportes. Este es un tema sumamente delicado que afecta al sistema, y peor aún a los trabajadores en general; no se trata solamente de figurar como salvador ante la crisis que vivimos, con cierre de empresas, lo que afecta directamente a los limitados ingresos de las familias. Y es que retirando un porcentaje de sus recursos, que acumularon durante toda su vida, como dependientes --vemos una gran torpeza en la propuesta--, ya no tendrán el sustento que les debe corresponder; creo que una persona debe interiorizarse previamente sobre el tema.
En días pasados se publicó en el matutino “Los Tiempos” un artículo de Jacques Trigo, con el título “Los riesgos de devolver los aportes a las AFP”, quien hace un análisis muy acertado del peligro de la descapitalización de los bancos y lo peor del caso, la disminución de las rentas futuras que, dicho sea de paso, en la actualidad son miserables. Se puede sacar en conclusión que si las mismas en la actualidad son insignificantes, las rentas serán mucho menores que las actuales para quienes retiren sus aportes.
Ahora bien, el proponente dice que los retiros serían considerados como préstamos, y sugiere que podrán ser devueltos con el depósito de sus beneficios sociales. Es un error, pues estos fondos están comprometidos para cada familia y sirven para solucionar problemas internos de las mismas.
Pues bien, podríamos preguntarnos: ¿con cuál interés obtendrán el préstamo?, ¿cuál será el plazo?, ¿cómo se ejecutará la devolución? En consecuencia, el trabajador está en una encrucijada, porque si nos ponemos a pensar en ¿por qué los trabajadores no quieren jubilarse?, el tema es claro, con la actual Ley de Pensiones que rige en el país, las rentas no pasan del 35 %. Es bueno reiterar que con el retiro de sus aportes, el monto de cálculo será mucho menor.
Si se propone retirar el 25 % de lo acumulado, tenemos que tomar en cuenta que los salarios durante 20 años han fluctuado desde Bs 400, llegando en la actualidad a Bs 6.000, en un 70 % de trabajadores. Retirando el 25 %, será utilizado para salvar el momento (gastos normales), conociendo además que las compensaciones de cotizaciones, del sistema anterior, serán mínimas, porque desde la aplicación de la Ley de Capitalización, han pasado más de 20 años, tiempo en el cual han aportado a las AFP el 10 % de sus salarios arriba mencionados, la reducción tiene casi la misma proporción, por lo tanto la acumulación resultaría bastante diferente a lo que se pensaría, por lo tanto, el salario enunciado es para que se note lo grave del problema.
Actualmente con el total de su acumulación reciben rentas entre el 35 % al 42 %, solo hay que ponerse a calcular aritméticamente cuál sería la renta futura, sus resultados llegarían aproximadamente al 20 %. Esta hipótesis puede orientar a los aportantes sobre el peligro que corre su renta futura. Además existen muchas observaciones, que se podría demostrar. Creo que el mencionado proyecto no tendría por dónde salir, y peor aún, si el gobierno aprobó o aprobará dicho proyecto la responsabilidad caerá sobre el mismo.
Sin embargo, las AFP han comunicado que podrían disponer de $us. 100.000.000, que estarían a disposición para comenzar a recibir las solicitudes, prestándose al juego del retiro, conociendo que el mismo perjudicará enormemente a quienes retiren el porcentaje. Este sistema determina que los trabajadores estarían prestándose sus propios recursos, nada más incoherente. Indudablemente, para las AFP el problema es favorable, pues ellas van disminuyendo su obligación, a las que puede interesarles muy subjetivamente el sistema bancario.
No existe explicación para que se apruebe una ley en perjuicio de la vejez de los trabajadores. Es importante observar que si en la actualidad los rentistas de todo el país se encuentran en extrema pobreza, ¿cuál será el futuro de los que deseen jubilarse? En la fecha tienen rentas mezquinas, y los obliga a mendigar para su mantenimiento hasta esperar el siguiente pago. Con el retiro de sus propios recursos, que pueda aprobarse luego, lamentarán la calificación de sus rentas paupérrimas. El proyecto que dicho señor presentó no tiene sentido, seguramente porque no conoce el sentir de las personas de la tercera edad.
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