Medidas para reestructuración de la educación en Bolivia

El clientelismo ha hecho de la educación un negocio cruel y despiadado con nuestros niños y jóvenes. El principal error del sistema educativo en general es haber permitido que unos elegidos se apoderaran del sistema. Estos elegidos, tanto educadores de base como los directores de las unidades educativas, saben que tienen a la educación de rehén, lo cual les quita todo incentivo de preparación, a tal extremo que un gran porcentaje no tiene ni idea de cómo prender una computadora. Ningún sistema educativo dará resultado sobre la base del sistema actual.

Urge tomar medidas drásticas para recuperar el control de esa que es, por Constitución, la obligación principal del Estado.

La primera medida, en este camino, sería para el sistema educativo en su conjunto, tanto para el nivel básico como medio. Esta medida debe incluir el despido inmediato de todo el plantel docente y administrativo a nivel nacional. No se puede reconstruir una casa sobre los mismos cimientos de la anterior. Se debe fortalecer la estructura básica del nuevo sistema educativo. La nueva selección para estos puestos de trabajo, debe incluir la obligatoriedad del manejo adecuado de los sistemas informáticos requeridos para la educación, en todas sus modalidades.

La segunda medida fundamental para la reestructuración del sistema educativo nacional debe incluir romper el monopolio sindical del sistema educativo. Es fundamental generar una sana competencia entre los postulantes al nuevo sistema de educación nacional. Esta medida se deberá focalizar en cada uno de los niveles del sistema educativo por separado.

Para el nivel básico se deberá contratar a profesionales bolivianos egresados del nivel de Licenciatura de universidades públicas y privadas, ya sean del país o del extranjero. Los años de estudio en las Escuelas Normales se validarán con el grado de Licenciatura en Educación.

Mientras que para el nivel medio se debería contratar a titulados con el grado de Maestría, la misma que deberá ser específica en el área que desee desempeñarse. Por ejemplo, para la materia de matemáticas, solo podrán acceder profesionales con el grado de Maestría en Matemáticas.

Finalmente, en el ámbito social, dada la amplia experiencia de los educadores pertenecientes al magisterio, la medida no debería significar mayores riesgos para sus fuentes laborales. Es de creer que ellos serán mejor recibidos en las aulas por los niños y jóvenes de nuestro país. Sin embargo, les devolverá la autoestima y el instinto de superación al ver la sana competencia por parte de otro sector.

El autor es Ph.D. en economía

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