Primer trimestre
La desaceleración de la economía nacional se agudiza, debido a que la actividad económica aún no se recupera desde el 2019 y la pandemia frena la reactivación, y el panorama no se muestra alentador por los bloqueos de caminos y la emergencia sanitaria, y los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman la situación al indicar que el Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó 0,6% al primer trimestre de la presente gestión.
“La tasa de crecimiento del PIB al primer trimestre de 2020 alcanzó 0,6%, cifra que confirma la desaceleración que vino atravesando la economía nacional desde el primer trimestre de 2013; tendencia que claramente contrasta con la expansión observada desde el primer trimestre de 2001”, informó Rubén Aguilar, director Interino del Instituto Nacional de Estadística, en conferencia de prensa.
Por actividad económica, la variación del PIB de 0,6%, se explicó, por un aporte positivo del sector extractivo, industrial y de servicios.
En la parte extractiva, si bien la minería mostró un retroceso, revirtieron el efecto adverso los sector de hidrocarburos y agropecuario; el primero debido a una mayor demanda de gas natural por parte de Brasil y Argentina y; en el segundo debido a un buen desempeño del sector agrícola industrial y no industrial asociado a mayores rendimientos de importantes cultivos.
Por su parte, la industria manufacturera acorde al comportamiento del sector extractivo renovable y no renovable, dio cuenta de un aporte positivo al producto, principalmente en la elaboración de carnes y lácteos; la producción de hidrocarburos refinados también fue favorable; empero, el comportamiento del sector de productos no metálicos, especialmente cemento, mostró un deterioro.
Aguilar destacó que, “el desempeño de Servicios fue favorable, debido principalmente a la incidencia de servicios financieros y servicios de la administración pública”.
GASTO
Visto el PIB por el lado del gasto, en el primer trimestre de 2020, la desaceleración observada de la demanda interna en los últimos años, se consolidó. En efecto, el consumo muestra la incidencia más baja desde 2003.
Por su parte, la inversión incidió negativamente, en el desempeño global de la economía, acorde a una menor ejecución de la inversión pública, así como la ausencia de influjos netos de recursos desde el exterior, bajo la modalidad de Inversión Directa, la inversión privada interna también se resintió significativamente.
La tasa de crecimiento del PIB al primer trimestre (0,6%) además de mantenerse positiva, se sitúa en tercer lugar en el ranking de países de la región, donde muchos de ellos ya registraron datos negativos, en el entorno sanitario desfavorable.
Repasando las cifras del IGAE, indicador que pretende anticipar la tasa de crecimiento del PIB, el registro al mes de mayo, “da cuenta que abril habría alcanzado el valor más bajo, con una tasa negativa de 5,6% respecto a marzo, mientras que en mayo si bien la cifra es más negativa, la caída es mucho más moderada”, señaló Aguilar.