Psicología
Yackieline Y. Rodríguez Tórrez
Psicóloga Familiar
Ce. 77218009
Consultas GRATUITAS.
El coronavirus no solo está afectando nuestra vida cotidiana y nuestras rutinas, como ir al mercado, coger el transporte público para ir a trabajar o relacionarnos con otras personas; sino también nuestra salud mental, a causa del confinamiento y a la avalancha de malas noticias sobre el efecto de la pandemia en todos los rincones del mundo.
Desgraciadamente, al miedo de esta enfermedad desconocida llamada Covid-19 se ha unido una importante carga psicológica, debido a la situación vivida y a todas sus consecuencias que nos generan un estado de estrés, angustia e incertidumbre.
Por ello, es importante acudir a una consulta psicológica que nos ayude a enfrentar toda la carga emocional acumulada, mediante psicoterapia especializada en este tipo de acontecimientos.
Algunas personas están experimentando miedo de salir a la calle y retomar el contacto con los demás, o lo que también se ha llamado "síndrome de la cabaña", relacionado con estar en casa, un entorno seguro y predecible durante tantas semanas puede generar cierta tranquilidad al no tener que enfrentarse al mundo exterior.
En definitiva, se activan el temor y vivencias desagradables durante esta etapa, lo que conlleva a que la persona tome la decisión de aislarse en casa y llevarlo como una forma de vida deseada.
Se siente este miedo de salir a la calle por múltiples razones como la sobreinformación, el temor al contagio y sobre todo, porque se ve la vivienda como un lugar seguro y salir supone una situación novedosa lo que, para muchos, después de tanto tiempo en casa, puede resultar difícil.
Por ello, los psicólogos recomendamos a quien padece el “síndrome de la cabaña”, que vuelva a la normalidad de forma paulatina, a su propio ritmo. Es importante ir recuperando, poco a poco, las rutinas anteriores al estado de alarma para estrechar las diferencias entre lo que hacíamos y lo que podemos hacer ahora. Además, recomendamos que no se pierda el vínculo con familiares y amigos que harán que nos sintamos más cerca los unos de los otros, aunque sea por videoconferencia o una llamada telefónica. De esta manera, se reducirán los niveles de ansiedad, estrés y frustración.
Síntomas psicólógicos asociados al coronavirus
Ante el miedo a que haya un rebrote mayor de contagios como se prevé, algunas personas pueden entrar en un bucle de pensamientos catastróficos y anticipar todo tipo de escenarios temidos experimentando una gran angustia. La incertidumbre genera sensación de pérdida de control y para algunas personas puede ser muy frustrante no poder elegir.
Asimismo, la ansiedad puede manifestarse en una toma continua de los signos vitales, como la temperatura, para comprobar que no se ha sido infectado y por el miedo a contagiar a otros.
Además, el no poder despedirse de los seres queridos fallecidos por la enfermedad puede complicar el proceso de duelo incrementando el malestar.
Otra de las consecuencias a mediano plazo es el estrés postraumático, generado por la vivencia de la pandemia especialmente a los que han estado más expuestos como el personal sanitario, policías, militares, vendedores, trabajadores de supermercados y medios de transporte, entre otros.
En caso de presentar síntomas como pesadillas, imágenes recurrentes o ausencia de emociones es importante acudir cuanto antes a consulta psicológica para evitar que se cronifique.
¿Qué hacer después de la pandemia?
La pandemia actual ha supuesto una auténtica huella psicológica en todos nosotros. Los psicólogos recomendamos que durante este periodo y el que vendrá, conocido como "nueva normalidad", hay que crear una capacidad de resiliencia, es decir, intentar adaptarse a los tiempos que llegan con la creación de ciertas rutinas que nos motiven como: recuperar los hobbies que teníamos abandonados, no perder el contacto con familiares y amigos, mejorar la relación con las personas que convivimos, enfrentarse a la soledad de una manera sana. En definitiva, pequeñas cosas que nos hagan sentir bien y que por un momento podamos olvidar la situación que nos rodea.
Nuestro cerebro está creando un nuevo aprendizaje que no olvidará, podremos estar orgullosos de todos nuestros logros y el autoconocimiento personal que hemos desarrollado durante estos meses de confinamiento.