Tras explosión en Beirut
La Unión Europea ha aprobado una ayuda de 33 millones de euros a Líbano que se suma a la movilización de 250 bomberos especializados en salvamento y rescatadores, junto al envío de un barco militar para apoyar las labores de rescate en Beirut, tras ser arrasada la ciudad por una brutal explosión en el puerto el pasado martes.
Apenas unas horas después de la detonación, el comisario para la Gestión de crisis, Janez Lenari, anunció que el centro de coordinación de emergencias de la UE se había puesto en marcha y estaba listo para acompañar a las autoridades libanesas. El satélite europeo 'Copérnico'
ya proveía información sobre las consecuencias de la catástrofe.
Este jueves, la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, ha hablado con el primer ministro libanés Hasan Diab para acordar la ayuda en base a las necesidades del país. De momento, la Comisión ha anunciado una ayuda de más de 33 millones de euros para cubrir las necesidades más urgentes, en particular de equipamiento y material médico, y la protección de las infraestructuras críticas.
Además, el ejecutivo europeo ha iniciado el despliegue de 100 bomberos especializados en rastreo y salvamento, equipados con vehículos, perros y material de emergencia, a través de la intermediación de la Cruz Roja libanesa que está cargando con gran parte de las labores de rescate tras la tragedia. Italia facilitará además un barco militar con un helicóptero preparado y equipado para realizar evacuaciones médicas.
Lenari ya anunció la puesta en marcha del mecanismo de protección civil de la UE que permitiría facilitar el despliegue de 150 rescatistas provenientes de Grecia, Francia, Chequia, Polonia, Alemania, Italia y Países Bajos. Además, Italia, Dinamarca, Suecia, Francia y Noruega han contribuido con protecciones contra agentes químicos, material médico y kits quirúrgicos también a través de este mecanismo de coordinación de emergencias.
La Comisión ofrece además la posibilidad de enviar equipos especializados en la detección de sustancias químicas, biológicas, radiológicas y nucleares ya que se teme que la explosión suponga una amenaza para la salud por las sustancias que se habrían liberado en el aire. Bruselas ha puesto sobre la mesa también la posibilidad de enviar expertos para contribuir a la evaluación de los daños y el tratamiento de sustancias peligrosas.
Von der Leyen y Diab han discutido además el papel de la UE para apoyar la reconstrucción de la ciudad a largo plazo y del país en su conjunto, azotado por una crisis económica ya antes de la exposición.
La destrucción del principal puerto del país, lugar estratégico para las relaciones comerciales con el exterior, es un varapalo enorme. Von der Leyen se ha ofrecido a mediar con instituciones financieras para asegurar la llegada de ayuda económica y a estudiar la posibilidad de relanzar las relaciones comerciales con el país.
La UE se ha mostrado desde el primer momento dispuesta a apoyar al país, arrasado por una crisis económica que ha dejado a gran parte los ciudadanos en el umbral de la pobreza, un creciente malestar con la clase política que desembocó en graves protestas durante meses y una pandemia que se ha cebado con la población. Este mismo jueves, Emmanuel Macron, el presidente de Francia, que también ha contribuido con material y personal en la respuesta a la emergencia, se ha desplazado al país.
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