Cartas desde el viejo mundo
Las órdenes globales de autoaislamiento para combatir la pandemia de Covid-19 han dado como resultado un beneficio climático ampliamente reportado: se respira un aire más limpio en China y Europa. Sin embargo, las consecuencias de la crisis de salud mundial no han sido uniformemente positivas para el medio ambiente.
En Estados Unidos, algunas ciudades han detenido programas de reciclaje ya que funcionarios se preocupan por el riesgo de propagación del virus en los centros de reciclaje. En los países europeos particularmente afectados, las opciones de eliminación de residuos se han reducido. Italia ha prohibido a los residentes infectados clasificar sus desechos.
La industria ha aprovechado la oportunidad para revocar las prohibiciones a bolsas desechables, a pesar del hecho de que expertos ambientales dicen que los plásticos de un solo uso igual pueden albergar virus y bacterias.
Empresas que alguna vez alentaron a los consumidores a traer sus propias bolsas o contenedores, tienden cada vez más hacia empaques de un solo uso. A principios de marzo, Starbucks anunció que prohibía temporalmente el uso de vasos reutilizables.
Dado que los consumidores en general están recluidos en sus hogares, ha habido un aumento en la cantidad de basura doméstica a medida que las personas compran cada vez más en línea y ordenan comida a domicilio, que usualmente viene con muchos empaques.
Autoridades han pedido a las plantas de tratamiento de aguas residuales que fortalezcan sus rutinas de desinfección para evitar que el coronavirus se propague a través de las aguas residuales, principalmente a través de un mayor uso de cloro. Una cierta cantidad de este químico tóxico ha llegado al agua potable de algunas naciones, aunque dicen que la concentración por el momento no llegó a niveles de peligro.
Los que celebran las mejoras ambientales durante la crisis de Covid-19 son miopes, manifiestan las autoridades de Green Peace. La contaminación puede disminuir temporalmente, pero esta no es una forma sostenible de limpiar nuestro medio ambiente. Entretanto, la crisis del virus trae otros problemas ambientales que pueden durar más tiempo y que son más difíciles de manejar.
En estos momentos estamos asistiendo a una ralentización del número de casos y muertes por coronavirus en Latinoamérica, Estados Unidos, India y Rusia, entre otros. Ahora y con más miedo, estamos viendo nuevas olas de rebrotes en algunos países donde el peligro de la pandemia estadísticamente había bajado considerablemente y este rebrote está alimentando más el colapso de las economías de muchos países.
La propagación del coronavirus a nivel mundial es inevitable. Estados Unidos ya no cuestiona esto, sino que se plantea cuándo y con qué fuerza va a afectar al país. Podemos aplicar esto al resto de países del mundo. Aún es pronto para cuantificar las pérdidas económicas que va a suponer la proliferación del coronavirus en todo el mundo, aunque ya se observa abundantemente el efecto negativo en empresas de todos los países.
Las consecuencias económicas de la aparición de un virus de estas características, de muy fácil contagio, pueden ser devastadoras. Las economías están globalizadas y conectadas para lo bueno y para lo malo. La interrupción de los movimientos de personas, trabajo o cadenas de suministro tiene efectos muy adversos para las economías. Además, tal y como hemos señalado, hay que tener en cuenta el papel de los efectos psicológicos, emocionales y de irracionalidad entre las personas, empresas y gobiernos.
También observamos los efectos de la información en directo y la proliferación de la información no contrastada, cuando no se trata directamente de bulos o fake news que están abundando en las redes sociales y su consecuencia es la generación de miedo entre la población. Esta también es una relevante característica que se da en las economías actuales y que es necesario tener en cuenta.
He hecho referencia a los estragos que está sufriendo la humanidad con el Covid-19, sin embargo ahora vemos en el horizonte una luz de promesa y salvación con la vacuna que los científicos del la prestigiosa Universidad de Oxford en Inglaterra han prometido, en un futuro no muy lejano, lanzar al mundo para frenar esta pandemia.
La BBC citó cinco aspectos positivos, en un comunicado expresa que el virus trae desesperación en muchos sentidos en el mundo, pero también genera actos de bondad.
Son tiempos difíciles para el mundo, mientras el coronavirus continúa propagándose. El número de infecciones y muertes aumenta día a día, muchas ciudades e incluso países están en cuarentena y millones de personas se ven obligadas a aislarse. Pero en medio de todas las noticias preocupantes, también hay razones para encontrar esperanza.
¿Cuándo terminará el brote de coronavirus y volverá todo a la normalidad?
El primer aspecto positivo es la menor contaminación. A medida que los países entran en cuarentena por el virus, se están registrando caídas significativas en los niveles de contaminación. Tanto en China como en el norte de Italia hubo importantes disminuciones en los niveles de dióxido de nitrógeno, un gas tóxico que contamina en grande medida el aire. Fue posible tal situación por una actividad industrial reducida y menos viajes en automóvil.
Investigadores en Nueva York también dijeron a la BBC que, según resultados preliminares, el monóxido de carbono --principalmente producido por los autos-- se redujo en casi un 50% en comparación con el año pasado en esa ciudad estadounidense.
Y con las aerolíneas que cancelan vuelos en masa y millones de personas que trabajan desde sus casas, se espera que la tendencia siga este camino descendente.
El segundo aspecto positivo es que los famosos canales que atraviesan Venecia, en Italia, volvieron a tener el agua transparente, cristalina, gracias al poco movimiento de los barcos. Allí el agua que generalmente es turbia se ha vuelto tan clara que incluso se puede ver peces.
El tercer aspecto son los actos de bondad. Se habló al comienzo de la pandemia de compras desenfrenadas de papel higiénico y alimentos enlatados, pero el virus también ha estimulado actos de bondad humana en todo el mundo.
Facebook dijo que cientos de miles de personas en Reino Unido se unieron a grupos locales de apoyo, creados para combatir el virus, mientras que grupos similares se formaron en Canadá.
Algunos supermercados de Argentina y Australia destinaron horas especiales para que los adultos mayores puedan hacer compras en medio de la pandemia. Mucha gente también donó dinero, compartió recetas e ideas de ejercicios, envió mensajes alentadores a personas mayores que se auto aislaron y se transformó recintos de negocios en centros de distribución de alimentos.
Los balcones se convirtieron en escenarios de música y de unión entre los italianos.
Un profesor de gimnasia en el sur de España dirigió una clase de ejercicios desde un techo bajo, en medio de un complejo de apartamentos a la que los residentes aislados se sumaron desde sus balcones. Pero la acción más remarcable de bondad se produjo en Inglaterra, cuando un ex captain, Tom Moore, recaudó 32.794.071 libras esterlinas para los hospitales, cerrando su campaña después de cumplir 100 años. Él capturó los corazones de toda la nación cuando juró caminar 100 vueltas de su jardín para colaborar en la lucha contra el coronavirus.
El cuarto aspecto positivo que menciona la BBC es el esfuerzo mancomunado y solidario de la sociedad, donde por el trabajo agitado y la vida hogareña, es fácil sentirse desconectado de quienes te rodean. Pero como el virus nos afecta a todos, esto ha unido a muchas comunidades de todo el mundo. En Italia, por ejemplo, la gente salió a los balcones para cantar y levantar el espíritu y mostrar apoyo durante la cuarentena. Música en los balcones se convirtió en instrumento de solidaridad entre los italianos.
En el sur de España, un profesor de gimnasia dirigió una clase de ejercicios desde un techo bajo, en el medio de un complejo de apartamentos, a la que los residentes aislados se sumaron desde sus balcones.
Miles de europeos salieron a sus balcones y ventanas para aplaudir a médicos, enfermeras y todo el personal que brinda servicios claves. Muchas personas han aprovechado la oportunidad para reconectarse con amigos y seres queridos por teléfono y video-llamadas, mientras que grupos de amigos han organizado sesiones virtuales de discotecas o bares utilizando aplicaciones.
El último aspecto positivo sobre esta pandemia y que la BBC mencionó fue el auge de la creatividad, porque mientras miles de personas están aisladas, muchas están aprovechando la ocasión para ser creativas. Usuarios de redes sociales han compartido detalles de sus nuevos pasatiempos, como leer, hornear, tejer y pintar.
La Biblioteca Pública de Washington DC ofrece un club de lectura virtual, mientras que Massimo Bottura, chef italiano con estrella Michelin, lanzó una serie por Instagram, llamada Kitchen Quarantine (Cocina de cuarentena), en la que enseña recetas básicas para los que están atrapados en casa.
Un maestro de arte en Tennessee, EEUU, compartió clases en vivo para niños que no asisten a la escuela, inspirándolos a ser creativos en casa.
Y aunque muchos espacios públicos están cerrados, los fanáticos del arte han aprovechado al máximo los recorridos virtuales ofrecidos por las galerías más grandes del mundo, observando las famosas pinturas del Louvre en París y las esculturas clásicas del museo del Vaticano, por ejemplo.
El Observatorio de Sidney, en Australia, ofreció un recorrido nocturno por el cielo para las personas atrapadas en casa.
Para terminar, me interesó una nota referida al multimillonario Bill Gates. El fundador de Microsoft dijo recientemente: “Si dejamos que los medicamentos y las vacunas vayan a los que ofrecen más, en vez de a las personas que más los necesitan, tendremos una pandemia más larga, más injusta y más mortífera".
Londres, Inglaterra.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |