Líbano
Un agente de Policía se ha convertido en el primer fallecido de las protestas desatadas ayer en la capital de Líbano, Beirut, en el llamado "Día del Juicio", donde han resultado heridas 238 personas, mientras los enfrentamientos con la Policía se están extendiendo por toda la ciudad y se tiene constancia de incursiones de los manifestantes en múltiples ministerios, así como en otras instituciones.
El país atraviesa su momento más crítico en años. A la permanente crisis económica y política en la que se encuentra sumido se ha añadido la pandemia de coronavirus -- este sábado ha dejado 272 nuevos casos y otras cuatro muertes, hasta los 74 fallecidos -- y la terrible explosión del martes en el puerto de Beirut, que ha dejado 158 muertos, más de 6.000 heridos y se ha convertido en un símbolo de la negligencia y corrupción endémicos del Gobierno.
El fallecido era miembro de la Policía antidisturbios y perdió la vida durante un enfrentamiento contra los manifestantes que ocupaban el hotel Le Grey de la capital, según informan fuentes oficiales a LBCI.
Según un comunicado posterior de las Fuerzas de Seguridad Nacional de Líbano, estaba brindando seguridad dentro del hotel y asistiendo personas que atrapadas allí cuando fue "atacado por alborotadores".
De los 238 heridos, 63 han sido hospitalizados y 175 ha recibido tratamiento médico en el lugar, según ha informado Cruz Roja de Líbano en su nuevo balance de víctimas.
Mientras, el Ministerio de Exteriores está ocupado por los manifestantes y se están registrando violentos enfrentamientos entre los asistentes y las fuerzas de seguridad en varios puntos de la capital.
Los ocupantes de la sede de Exteriores han desplegado una pancarta que dice "Beirut, capital de la revolución" y "Beirut, ciudad sin armas", una velada referencia al partido-milicia chií Hezbolá, al que muchos manifestantes acusan de exacerbar la tensión al mantener presencia armada durante protestas previas contra el Gobierno.
A esta incursión hay que añadir otra, la del Ministerio de Economía, ubicado en el complejo de edificios en la calle Lazaristes. Desde allí, los manifestantes arrojaron por la ventana un retrato del presidente del país, Michel Aoun, según imágenes del grupo de Facebook Akhbar al Saha recogidas por el medio 'L'Orient du Jour'.
También se tiene constancia de irrupciones en los ministerios de Comercio, Energía y Medio Ambiente, en el centro y en el norte de la capital, así como en la sede de la Asociación de Bancos de Líbano, cerca de la Plaza de los Mártires de la capital.
Ante esta crítica situación, el primer ministro de Líbano, Hasán Diab, ha lanzado ayer una propuesta para celebrar elecciones parlamentarias anticipadas en el país, en un intento de contener la ola de protestas.
"Estoy preparado para asumir la responsabilidad del Gobierno durante los dos próximos meses hasta que todos los partidos acuerden la próxima fase a seguir y el lunes convocaré al Consejo de Ministros para organizar estas elecciones anticipadas", ha hecho saber en un discurso recogido por el portal de noticias libanés Naharnet.
"La explosión que sacudió al puerto se produjo debido a la corrupción", ha añadido el primer ministro, en consonancia con la opinión de los manifestantes y en un intento de aplacar su ira.
La enorme detonación fue provocada, según las primeras investigaciones, por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto, incautadas en 2014 al buque Rhosus, de un empresario ruso y con pabellón moldavo, por no pagar las tarifas portuarias. (EUROPA PRESS)
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