Líbano
Beirut.- Unicef calcula que unos 100.000 niños pueden haberse visto afectados por la situación en que se encuentran sus viviendas, derruidas o semiderruidas, tras las explosiones registradas el pasado martes en el puerto de Beirut, capital de Líbano, y muchos de ellos están entre las víctimas mortales y heridos a causa de este suceso.
"Los niños de Beirut están sufriendo las dramáticas consecuencias de la devastadora explosión en el puerto de la ciudad", afirmó en un vídeo la directora de Comunicación y Alianzas Privadas de Unicef Líbano, Raquel Fernández. Aunque ella no estaba físicamente en Beirut en el momento de las explosiones, tiene su residencia y lugar de trabajo allí, y conoce de primera mano la situación de los niños del Líbano.
A esto se añade, según Fernández, la situación del sistema de salud, de las escuelas y las necesidades de protección, que también están teniendo impacto en los niños de Beirut después de este suceso.
Asimismo, según relata la directora de Comunicación y Alianzas Privadas de Unicef Líbano, hospitales y centros de salud han sufrido "graves daños", así como unas 120 escuelas, y se han perdido suministros de salud para la pandemia del Covid-19 que estaban almacenados en el puerto de Beirut.
"También hay niños que están separados de sus familias en medio del caos y están experimentando el trauma del horror vivido y de la situación emocional en la que se encuentran en este momento", agregó Fernández, que advierte de que esto son "unos pocos ejemplos de las situaciones que están atravesando los niños de Beirut después de esta tragedia".
La explosión, además, viene a empeorar la "grave crisis económica que ya estaba padeciendo el Líbano, unido a la pandemia del Covid-19", alertó.
Por todo ello, Unicef está trabajando sobre el terreno desde el primer día con autoridades locales, ONG y otros aliados, según cuenta Fernández, que también destaca que la ONG ha estado ayudando al Ministerio de Salud libanés a trasladar los medicamentos y vacunas que estaban en un almacén en el puerto, que ha quedado destruido, a un almacén más seguro.
Igualmente, desde el Programa de Apoyo a la Juventud de la ONG, grupos de jóvenes voluntarios están ayudando con la limpieza de calles y de viviendas, así como cocinando y distribuyendo comida entre las familias afectadas. Y desde el programa de Protección Infantil, la ONG está prestando apoyo psicosocial, junto con aliados, a los niños afectados.
Tal y como resume Fernández, las prioridades de Unicef actualmente en Beirut son: la compra urgente de suministros de salud y kits de higiene y agua para familias afectadas; el apoyo al Programa de Juventud para las comidas y limpieza de calles y viviendas; la transferencia de efectivo para las familias más vulnerables; la reunificación de los niños que están separados de sus familias; apoyo psicosocial; y apoyo para la rehabilitación de escuelas y centros de salud.
"Todo esto son necesidades muy urgentes, inmediatas y muy graves", aseguró Fernández, que pide fondos para la ONG: "Unicef necesita ayuda, necesita fondos, nuestras necesidades iniciales son de más de 8 millones de dólares, agradecemos muchísimo a todo aquel que pueda y quiera prestar su apoyo". (Europa Press)
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