Piden horarios especiales
La situación del sector gastronómico en la ciudad de La Paz y El Alto, desde negocios de comida, discotecas, bares, licorerías al paso, y otros se han declarado a través de Fedepro Albe La Paz en una situación crítica.
De 8.000 negocios, se reporta el cierre definitivo de 2.000 y se perderán más de 30.000 empleos directos en este sector, el 24 % han pasado a engrosar la fila de los desempleados en el país, a consecuencia de las condiciones generadas por la pandemia.
“Estamos al límite de los recursos comprometidos para poder llevar adelante nuestros negocios. Hemos contraído deudas entre 5.000 y 10.000 dólares según el rubro. Después de la semana de cuarentena rígida en la que ingresará La Paz desde este 16 de agosto, ya la situación pasará de crítica a extrema”, señaló Juan Carlos Callejas, presidente de Fedepro Albe, quien alertó a las autoridades a poder evitar medidas de presión del sector.
La agrupación integrada por 10 asociaciones propone al Gobierno Municipal de La Paz que se establezcan horarios según los tipos de negocios, sean estos restaurantes, snacks, bares, whiskerías, karaokes, peñas, discotecas, licorerías, salones de eventos, transportadores de bebidas y ramas afines, para lograr reactivar la economía de cada uno de ellos de manera paulatina.
“Cumplimos con intensas gestiones enviando el protocolo de bioseguridad consensuado al Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, y hoy, al límite de nuestras posibilidades de seguir sosteniendo estas restricciones, pedimos a nuestras autoridades poder emitir cuanto antes la normativa que nos permita la reapertura, tal como lo han hecho los gobiernos municipales de Santa Cruz y Trinidad”, indicó el ejecutivo de Fedepro.
El sector comparó, por ejemplo, los horarios de restaurantes con discotecas, al no ser los mismos se solicita el establecimiento de horarios máximos permitidos, bajo un estricto cumplimiento del protocolo de bioseguridad, con desinfección continua de ambientes de trabajo, producción de alimentos, lugares de atención al público y sobre todo el cumplimiento del distanciamiento social usando el 50 % de la capacidad de cada local.
“Queremos usar el mismo modelo de bioseguridad presentado por la Cámara Gastronómica de Santa Cruz y aprobada este 3 de agosto para la apertura de los restaurantes. Si no nos damos la mano ahora, siendo flexibles y cuidando la vida, ante todo, hay gente que lo perderá todo y queremos evitar este colapso social tan grande, que no solo afectará a propietarios y trabajadores del sector, sino también a toda la cadena de proveedores de alimentos”, remarcó Callejas.