La colectividad nacional ha quedado impresionada por el mensaje-informe que dio la Presidenta Constitucional al país y al Parlamento. Criterios claros y precisos sobre la situación que encontró al hacerse cargo del gobierno en noviembre pasado; los pasos iniciales que dio para pacificar al país; las medidas urgentes que se tuvo que adoptar con miras a combatir los estragos causados por el coronavirus; las medidas tomadas para contrarrestar ese accionar nefasto en la economía nacional. Son las partes más importantes del informe y, en el entender de las mayorías, son reflejo de la realidad vivida por el pueblo desde noviembre y que, de alguna manera, muestran el estado de desastre que dejó el anterior gobierno en el campo económico y, sobre todo, en la salud pública que bien puede ser calificada como desastrosa.
Cuando en días precedentes se anunció que habría un informe, nadie pensó que sería tan concreto y claro, tan convincente, preciso y que refleje las situaciones vividas. Lo dicho sobre el estado de la salud, una situación increíblemente abandonada por el anterior gobierno que muestra claramente cuán poco o nada interesó atender la salud como misión principal de todo gobierno. Largo, muy extenso sería referirse a la situación desastrosa y, lógicamente, más difícil y hasta imposible ver y estudiar en poco tiempo los posibles remedios que habría que aplicar para paliar siquiera mínimamente cómo esa situación afectó tan seriamente a quienes fueron las víctimas iniciales del virus. Sin embargo, en forma clara y resumida, la Presidenta mostró cómo su gobierno encaró la situación, en qué forma hizo frente al gran problema económico financiero que se presentaba y cuánto se tuvo que hacer para conseguir que países amigos y la banca internacional comprendiesen la situación y aprueben préstamos por un total de l.500 millones de dólares.
Los datos sobre el estado de la salud, la educación, la economía y la situación política fueron precisos y, en casos, ampliados con referencias muy claras que no dejaron dudas sobre su veracidad. Hizo alusión a la aprobación de decretos disponiendo bonos para paliar la difícil situación de los más necesitados, de los que reciben montos ínfimos por concepto de jubilación y pidió que esos bonos sean respetados por futuros gobiernos puesto que fueron dispuestos debido a la situación desesperante que han sufrido muchos hogares privados de un buen trabajo, ingresos más o menos llevaderos y situaciones injustas por las que atraviesan quienes no poseen ninguna entrada para satisfacer siquiera medianamente sus necesidades.
Fue clara y terminante al señalar que, extrañamente, el Legislativo cuya mayoría está compuesta por militantes del MAS, ha congelado la aprobación de los préstamos de l.500 millones de dólares que estaban destinados a cubrir las obligaciones contraídas por el grave problema de combatir a la pandemia y que con parte de esos recursos se adquirirían equipos especiales, medicamentos, vituallas y enseres para equipar hospitales; poco se ha podido hacer con los escasos recursos habidos y “podríamos alcanzar altos espacios de atención si se entiende que esos recursos son para atender las grandes emergencias a las que se ve enfrentado el país”. Señaló que, de todos modos, el gobierno hará hasta lo imposible para atender, en primer lugar, la salud y vida de la población, que para ella, como Presidenta Constitucional, no hay nada más importante que la vida de la población y que todos los empeños que se desarrollen serán para combatir al virus, a la construcción y habilitación de hospitales, importación de medicamentos, vituallas, equipos e implementos, expresó que nada arredrará al gobierno para conseguir objetivos claros y concretos para servir al pueblo.
Clara y contundente fue al señalar que su gobierno luchará abiertamente contra la corrupción y contra el narcotráfico y que durante su gestión se decomisó una cantidad grande de cocaína que implica ser un gran golpe a los narcotraficantes; hizo referencia a algunos decomisos de avionetas, propiedades y otros aunque no se hizo mención alguna a la incautación de dinero, joyas, etc. que en todo decomiso seguramente se encuentra en poder de los que trafican con la vida de las personas y cobran tantas vidas especialmente entre la juventud. En general, la Presidenta fue precisa y terminante en su mensaje informe que, por su claridad, resultó convincente
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