Elviz Núñez Fernández
En pasadas gestiones, según datos estadísticos la violencia era resultado del consumo de bebidas alcohólicas, luego de que la pareja llegaba de un evento social. En la actualidad muchas familias no están acudiendo a eventos sociales, no hay actividades para el consumo de bebidas alcohólicas, pero curiosamente los hechos de violencia familiar o doméstica se mantienen con datos preocupantes, al igual que los abusos sexuales a menores de edad.
La violencia familiar, según estudios de psicología, es un acto intencional que tiene lugar en el contexto de las relaciones interpersonales, ocasiona daño físico, psicológico, moral y espiritual, tanto a víctimas como a victimarios, y vulnera los derechos de los integrantes del núcleo familiar (sobre todo de niños, adolescentes, mujeres y ancianos). Según especialistas, hay diferentes tipos de violencia intrafamiliar: física, psicológica, sexual y económica.
En ningún análisis psicológico se identifica a la violencia como consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas. Por el contrario, se observa actitudes personales que en muchos casos reproducen comportamientos que fueron aprendidos en núcleos familiares, no solo de personas que agreden, sino incluso de las víctimas que han llegado a naturalizar la violencia como un “modelo de conducta en la familia”.
Al respecto, hasta el primer trimestre de este año de pandemia la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) recibió 8.873 denuncias de hechos de violencia familiar, 456 casos de abuso sexual, 327 violaciones y 466 violaciones o estupro en contra de menores de edad. En total 10.122 personas fueron víctimas de violencia, el 85% mujeres y el 15% niños y adolescentes, continúan siendo víctimas de estos hechos en plena pandemia, cuando las familias debieran estar protegidas en sus hogares para evitar infectarse de COVID-19, pero en algunos casos siguen siendo víctimas de los agresores.
Se debe considerar que convivir en un contexto de violencia física o psicológica, puede llevar a una enfermedad mental, física, e inclusive hasta la muerte. ¿Cuál es el perfil psicológico del agresor? En la mayoría de casos procede de familias donde hubo maltratos, habiendo sido víctimas o testigos de esa violencia. Suelen tener conducta violenta, impulsiva, inmadura y con tendencias depresivas. Presenta altos niveles de estrés cotidiano.
Interactúa con la víctima humillándola, coaccionándola, denigrándola con intimidaciones constantes. Tiene baja autoestima y suele manifestarla con actitudes amenazantes y omnipotentes. Es manipulador y nunca reconoce sus errores. Usa la agresividad para lograr sus objetivos.
Usualmente una persona es agresiva por haber crecido en un ambiente violento, familiar o social, adoptando la violencia como una forma típica de relacionarse y conseguir lo que desea. En ese sentido, las familias víctimas de violencia psicológica, física y sexual pese a la pandemia no deben olvidar que tienen derecho a denunciar ante la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia, para ser auxiliados y encaminar un proceso judicial en contra de los agresores. En tiempos de Pandemia se comprueba que la violencia es fruto de un factor psicológico y no surge solo por consumir o no bebidas alcohólicas.
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