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Reportan cuatro cargas

EEUU decomisó combustible iraní que iba a Venezuela

Crece la presión internacional contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro para encontrar una salida democrática para el país sudamericano


IMAGEN REFERENCIAL DE UN TRIPULANTE TOMANDO FOTOGRAFÍAS CON UN TELÉFONO MÓVIL EN EL PETROLERO IRANÍ ADRIAN DARYA 1, EN EL ESTRECHO DE GIBRALTAR. REUTERS

Washington. - Estados Unidos decomisó cuatro cargas de combustible iraní en ruta hacia Venezuela, informó este viernes el Departamento de Justicia, que calificó la acción como la incautación más grande jamás realizada por el país de petróleo de Teherán.

El Departamento de Justicia dijo que ejecutó una orden de incautación emitida por un tribunal local y destacó que con la ayuda de socios extranjeros la propiedad incautada, un total de aproximadamente 1,116 millones de barriles de petróleo, ahora está bajo custodia estadounidense.

Infobae informó que Estados Unidos recurrió a la justicia el 2 de julio para confiscar el cargamento, como parte de la estrategia de Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, al que Washington no reconoce.

El caso estará a cargo de la oficina del fiscal federal del Distrito de Columbia. Los barcos afectados fueron identificados como Bella, Bering, Pandi y Luna.

Venezuela es altamente dependiente de sus ingresos petroleros pero su producción ha caído a aproximadamente a una cuarta parte de su capacidad de 2008 y su economía ha sido devastada por seis años de recesión.

Según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción de Venezuela en julio se situó por debajo de los

400.000 barriles diarios, un nivel equivalente al de 1934.

En medio del desplome de la industria y de las sanciones de Estados Unidos, Venezuela, que solía refinar suficiente petróleo para sus propias necesidades, debió recurrir a aliados como Irán para aliviar una desesperada escasez de combustible, reportó Infobae.

Las incautaciones se dan en el marco de la campaña de presión de la administración de Donald Trump hacia ambos regímenes, y es consecuencia de un pedido de fiscales federales a este respecto a principios de julio.

Zia Faruqui, fiscal federal para el Distrito de Columbia, alegó en su demanda que un empresario iraní afiliado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica organizó las entregas de combustible a través de una red de compañías fantasma para evitar la detección y evadir las sanciones de Estados Unidos.

Infobae reflejó que la Guardia Revolucionaria islámica ha sido designada como organización terrorista por Estados Unidos. Los funcionarios indicaron que, en consecuencia, el objetivo de la medida es no solo evitar la entrega de combustible al país caribeño sino también privar a Teherán de esos ingresos, a la vez que disuadir futuros envíos.

Las ganancias de las ventas de petróleo “apoyan la gama completa de actividades nefastas de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, incluida la proliferación de armas de destrucción masiva y sus medios de entrega, apoyo al terrorismo y una variedad de abusos contra los derechos humanos, en el país y en el extranjero”, afirmó Faruqui.

Ante una aguda escasez de combustible en Venezuela, el régimen de Maduro recurrió a Irán, uno de sus únicos aliados a nivel global. En junio, la teocracia islámica envió cinco petroleros al país.

Tres de ellos efectivamente llegaron y descargaron la mercadería, pero otros dos desistieron para evitar exponerse a las sanciones. Los dos petroleros de propiedad griega no habrían podido conseguir un seguro y acceso a la banca internacional si hubieran seguido adelante.

Dada la imposibilidad de renovar el suministro de combustible, el régimen venezolano ha vuelto a racionar la poca cantidad que resta disponible. En los últimos días volvió a cerrar estaciones de servicio en todo el país. Además de no poder importar, dos de las más grandes refinerías del país han sufrido graves averías en las últimas semanas.

De esta manera, Venezuela regresa a la misma situación que tenía en marzo, cuando los residentes de Caracas, generalmente los últimos en sentir la escasez de combustible, hacían fila durante días o pagaban hasta USD 4 por litro para llenar sus tanques en el mercado negro cuando el salario mínimo, que percibe buena parte de la población venezolana y está ubicado en 400.000 bolívares, equivale a USD 1,33 mensuales.

Unas 950 de las 1.570 estaciones de servicio han estado cerradas o funcionan en un horario muy limitado, según reportó la agencia Bloomberg en base a la información de una persona con conocimiento de la situación, que pidió no ser identificada porque la información no es pública. (Reuters-Indobae)

 
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