¿Por qué no se produce más oxígeno en el país?

Debido a que el Parlamento congeló el desembolso de l.500 millones de dólares destinados a la adquisición de equipos y medicinas, además para reparación de hospitales y su debido equipamiento, las importaciones que se hizo de tubos de oxígeno quedaron frenadas durante los pasados bloqueos determinados por la COB y el masismo; consecuentemente, faltó oxígeno y se produjeron muertes por carencia de tan importante elemento imprescindible para atacar al virus. Ante problema tan crucial, surge el interrogante en la población: ¿Por qué no se consigue que hospitales y clínicas tengan sus propios equipos generadores de oxígeno?

Es extraño que en el país no haya la suficiente cantidad de generadores de oxígeno y más raro que hospitales y clínicas no los tengan. Hasta ahora, que se sepa, no hay una explicación sobre las causas que determinan la falta de tanques de oxígeno en el país y menos se dice sobre los motivos que determinan que no haya generadores de elemento tan necesario y que, en las actuales circunstancias, pudo prestar importantes servicios a una población urgida que angustiada pulula en diferentes sitios del país: Hace algunos días se dijo que algunos tanques habían sido “autorizados a pasar por los sitios bloqueados”. ¿Hemos llegado al extremo de que se tenga que pedir “autorización” hasta para el uso de tanques de oxígeno?

El gobierno debería liberar de cualquier carga impositiva la fabricación e importación de todo lo que haga falta para los tratamientos que son realizados para combatir a la pandemia y, además, disponer que todos los hospitales públicos tengan generadores especiales de oxígeno para que hasta en tiempos normales y no de urgencia y emergencia como los actuales, puedan contar con este elemento y sea puesto a disposición de la población; no habría que esperar que dependamos de importaciones especiales cuando es posible su libre generación en el país.

Es muy importante y necesario que haya explicaciones claras sobre este hecho de carencia de oxígeno y, por otro lado, es preciso disponer que sean despejados totalmente los sitios que fueron bloqueados por varios días, para que tanques de oxígeno sean llevados a hospitales; además que, ante la carencia y premura, se utilice helicópteros para transportar tanques que estén en caminos no expeditos. Finalmente, que tanto el gobierno como la Iglesia e instituciones de bien público llamen a la cordura y conciencia a los que no vacilan en asumir medidas extremas, como, reiteramos, impedir el paso de tanques de oxígeno con destino a enfermos que, sin ese instrumento, corren el peligro de morir. Esa gente tendría que entender que no pueden ni deben obrar criminalmente, que sus actos político-partidistas pleno de complejos no se descarguen en la población que no tiene por qué sufrir las consecuencias de actos delictivos como los que ocurren cuando se producen bloqueos por quienes solo obedecen a sus instintos particulares, sin importar la salud del pueblo.