Entre hoy y mañana
Entre hoy y mañana los teléfonos pueden dejar de funcionar, las señales de radio, TV y cable experimentarían interrupciones, los sistemas de la red eléctrica podrían sufrir cortes y la comunicación satelital puede terminar en forma abrupta, debido a una fuerte tormenta solar detectada por astrónomos, que se acerca a la Tierra y es posible que la golpee, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
La mencionada oficina, agencia del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, advirtió que este fenómeno puede ocurrir en las próximas horas en nuestro planeta. Pero lejos de ser una predicción catastrófica, como anuncian varios medios. Lo cierto es que desde la NOAA afirman que el rango de la tormenta solar es de G1, el más bajo de la clasificación.
El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA dijo que se “anticipa que dicha eyección llegará temprano o a mediados del día UTC el 20 de agosto”.
El pasado 16 de agosto los astrónomos de la NASA detectaron una eyección coronal de masa de grandes dimensiones. “Sabes que una explosión solar es poderosa cuando tarda dos horas en desarrollarse.
Una erupción solar de clase B1 tardó aún más. La explosión de 2,5 horas envió una poderosa onda de choque a través de la atmósfera del Sol”, describió el doctor Tony Phillips, astrónomo y científico de la NASA en un comunicado.
“Esta tormenta solar podría llevar las auroras a lugares como Northumberland y Norfolk del Reino Unido, Maine, Minnesota y Washington de los Estados Unidos, y hasta el sur de Nueva Zelanda y Tasmania”, tuiteó la física del clima espacial, la doctora Tamitha Skov, que anticipó que podría ocurrir el conocido fenómeno de una aurora boreal, pero para latitudes medias y no solamente en el norte.
Utilizando datos del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, los científicos han desarrollado un nuevo modelo de erupción del Sol que predijo con éxito 7 de las erupciones más grandes del Sol del último ciclo solar, de un conjunto de 9. Con más desarrollo, el modelo podría usarse para informar algún día los pronósticos de estas intensas explosiones de radiación solar.
Según SWPC de Estados Unidos, las erupciones solares son capaces de producir rayos X fuertes que degradan o bloquean las ondas de radio de alta frecuencia utilizadas para la comunicación por radio. Estas enormes explosiones de plasma se originan en estructuras de campo magnético altamente retorcidas en el Sol. Cuando estas explosiones ocurren en regiones activas de manchas solares en el Sol, no es raro verlas asociadas con grandes erupciones solares.
Algunas eyecciones rápidas pueden llegar a la Tierra en tan solo 14 horas, mientras que otras pueden tardar varios días. Según el SWPC, “la primera señal de que una eyección de masa coronal golpea el medio ambiente terrestre es el salto de densidad del plasma debido al paso de la onda de choque”.
Los especialistas afirman que esta tormenta solar es “extraña”, porque actualmente nuestro Sol está atravesando un período de mínimo solar (el ciclo dura unos 11 años y marca los momentos de máxima y mínima actividad de nuestra estrella).
Los 150 millones de kilómetros que lo separan de la Tierra, permiten casi no notar los múltiples cambios de la mayor fuente de radiación electromagnética de este sistema planetario. Como le ocurre a la Tierra, el Sol también pasa por fases y cambios que desde ya hace varios años se pueden anticipar. Actualmente, está pasando por una fase menos activa, llamada mínimo solar.
Y es que esta esfera casi perfecta de plasma, compuesta cerca de tres cuartas partes de una masa de hidrógeno, un poco de helio, y cantidades mucho más pequeñas de elementos, como el oxígeno, carbono, neón y hierro, experimenta intervalos regulares de 11 años, que incluyen picos energéticos de actividad, seguidos de puntos bajos.
Durante el pico, el Sol muestra más manchas solares y erupciones solares. En un mínimo solar, es mucho más silencioso, lo que significa menos manchas solares y energía emitida.
El ciclo solar es como un péndulo, oscilando de un lado a otro entre períodos de alta y baja cantidad de manchas solares cada 11 años aproximadamente. Este ciclo fue descubierto en el siglo XIX, mediante observaciones astronómicas. Si bien tienen los ciclos son regulares cada 11 años, no son iguales. Algunos son más intensos, con muchas manchas solares y explosiones solares. Otros son débiles, como el Ciclo Solar 24 más reciente, que alcanzó su punto máximo en 2012-2014 con relativamente poca acción.
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