Saúl Bascopé Revuelta
Todos los bosques del planeta tierra se constituyen en pulmones de oxigenación, debido a que el dióxido de carbono que existe en la atmosfera, especialmente en las ciudades, es absorbido por el metabolismo de las plantas mediante la acción de sus hojas, evitando así la contaminación de las industrias que cada día y cada instante están presentes, como la polución, el tráfico de vehículos sin catalizadores, en especial los vehículos municipales que lanzan humaredas negras y todos los gases de la industria humana que vienen afectando la débil capa de ozono, aumentando la temperatura del planeta, que es el efecto invernadero.
Los gobiernos y las municipalidades se olvidan de las políticas ecologistas y ambientales para proteger adecuadamente los bosques naturales, así como los bosques creados por el hombre, mediante la renovación y forestación permanente de plantines; se debe resguardar el suelo y el agua que son parte indispensable de los bosques, para que los seres humanos respiremos oxígeno puro, es decir aire limpio y libre de contaminación.
En la ciudad de La Paz, Bolivia, tenemos el Bosquecillo de Pura Pura Grande y Chico, con una extensión superficial de más de 65.000 m2 de arboleda y forestación, constituyéndose en el pulmón de oxigenación de la urbe paceña. Allá por el mes de septiembre de 1991, mediante demanda civil se logró recuperar el Bosquecillo de Pura Pura, de eventuales loteadores clandestinos, anulando en Derechos Reales el derecho ilegal que tenían sobre el Bosquecillo, mediante sentencia de mayo de 1993 y Auto de Vista de noviembre de 1994.
A raíz de todo esto, el gobierno de entonces dictó el Decreto Supremo N° 22.927 de 11 de octubre de 1991, por el que declara Bosque Permanente de Protección, al área forestal ubicado en la ciudad de La Paz, denominado “Bosquecillo de Pura Pura”, prohibiéndose cualquier modalidad de asentamiento humano, explotación de recursos y/o formas de destrucción del ecosistema.
Señor Alcalde Municipal de La Paz, una vez más me toca defender el único pulmón de oxigenación que tienen todos y cada uno de los habitantes de la ciudad de La Paz, rogándole que no contamine el suelo del Bosquecillo, no contamine las vertientes de agua y la planta de agua que existen en la superficie del Bosquecillo y que sirven para la salud y la vida de miles de pobladores de nuestra ciudad. La instalación de un cementerio de cualquier clase, desvirtúa el ecosistema del Bosquecillo, no perturbe, no destruya nuestro pulmón de oxigenación. Los vecinos de Pura Pura tienen toda la razón de oponerse tenazmente a esta descabellada idea, busquen otro lugar, porque tenga por seguro que lucharemos hasta que usted decline de su plan antiecológico y contaminante, como lo hicieron en su momento los que defendieron el bosque del Tipnis.
Por estas razones invitamos al gobierno Municipal de La Paz a que haga obras y que conviertan al Bosquecillo de Pura Pura en un verdadero Parque Nacional Ecológico, similar al Parque Nacional de Secuoyas, que existe en la ciudad de San Francisco, Norte de California, EEUU, con bibliotecas modernas, teatros ecológicos, espacios de enseñanzas de respeto a la ecología, al medio ambiente y otras actividades deportivas y culturales, obra que será aplaudida por todos.
Saúl Bascopé Revuelta es abogado DAEN.
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