Ni siquiera el paso de las horas borra el rostro de incredulidad de muchos que no ven que la salida de Messi pueda dar marcha atrás. El argentino comunicó al Barça su deseo de dejar el Camp Nou y el eco de la noticia llegó a todas partes. También a Manchester, uno de los sitios en los que más se ha hablado de Leo estos años. Guardiola le adora pero ha negado una y otra vez que quisiera tenerle en el Etihad. Al menos de puertas afuera, consciente del conflicto moral que supone.
Pep es del Barça. Txiki Begiristain también. Y Ferran Soriano. Además de que todos han trabajado durante años en el club. Ahora sueñan con ver a Messi en el City, pero tiene que dar la impresión opuesta. Nadie quiere aparecer como el chico malo en el Camp Nou ni el que precipitó la salida de Leo tras toda una vida en Barcelona. En todo caso se pretende vender la imagen de que si Messi quiso salir, hubiera sido una irresponsabilidad dejar pasar la oportunidad de fichar al mejor. (MUNDO DEPORTIVO)