Reglamentación está en análisis
> La nueva norma afectará a la liquidez del sistema financiero, por ello los empresarios sugieren la urgencia de recursos para las entidades de intermediación financiera para destinarlos al sector productivo del país
El martes por la noche, la presidenta Jeanine Añez promulgó la Ley de Diferimiento de Créditos, cuya norma permite a los prestatarios empezar a pagar su deuda a partir del próximo año; sin embargo, esta no se aplicará en todos los casos, sino para los que requieran más plazo y estará establecido en el reglamento en análisis.
El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, informó ayer que el diferimiento de créditos será diferenciado, pues no todos los sectores están en las mismas condiciones económicas y apeló a la capacidad de diálogo de las entidades financieras.
Mientras tanto, el presidente de la federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Luis Barbery, en conferencia de prensa, dijo que el sector financiero ya se pronunció al respecto de la nueva norma promulgada e hicieron conocer su desacuerdo con la norma.
“Compromete la estabilidad del sistema financiero boliviano. Creo que va poner más cuesta arriba el poder financiarse y refinanciar las actividades productivas del país”, dijo el titular de los empresarios cruceños.
Además, opina que a estas alturas esa medida amerita una inyección urgente de recursos al sector financiero para que estos sean canalizados al sector productivo, ya que con esa reprogramación obligatoria definitivamente no va a disponer de liquidez, por lo menos hasta el 31 de diciembre.
Entretanto, Nuñez dijo que la norma es un beneficio, sobre todo, para las familias que más necesitan y por tanto esta medida debe ser puesta en práctica identificando a esas familias más necesitadas y diferenciarlas de aquellas que están en condiciones de asumir esta obligación de pago.
Por su parte, Óscar Ortíz, ministro de Economía y Finanzas Públicas, informó que realiza un trabajo técnico, un equipo económico del gobierno, en el que están incluidos la entidad ministerial, la Autoridad de Supervisión del sistema Financiero (ASFI), el Banco Central de Bolivia (BCB) y la Autoridad de Pensiones y Seguros.
“Vamos a estar en contacto con las entidades financieras”, en especial las que trabajan en las microfinanzas y también cooperativas y también se recibirá todas las sugerencias de los distintos sectores, señaló.
Cultura del pago
Núñez sostuvo que luego de su análisis, se plasmará en una reglamentación, ya que es de la opinión de que todos los bolivianos deben estar conscientes de que hay que preservar la cultura de pago.
“Los bolivianos somos personas trabajadoras y gracias al producto de nuestro esfuerzo y trabajo somos personas que honramos con nuestros compromisos y obligaciones”, enfatizó.
La noche del martes, la presidenta Jeanine Añez promulgó la Ley de Diferimiento del Pago de Créditos, que establece que las entidades de intermediación financiera deben realizar ese procedimiento de manera automática.
Es decir, “el diferimiento automático del pago de las amortizaciones de crédito a capital e intereses y otro tipo de gravámenes del sistema crediticio nacional desde la declaratoria de emergencia por la pandemia del coronavirus al 31 de diciembre de 2020”, precisó.
En ese sentido, remarcó que esta es una medida que requiere más esfuerzo y más solidaridad, especialmente, del sistema financiero.
“A propósito del sistema financiero, como gobierno ahora e incluso antes de la pandemia, estamos trabajando por responsabilidad velando por la solidez y estabilidad económica, (pero) repito, es tiempo de solidaridad y haremos una reglamentación responsable”, insistió.