Bonos sin fondo

La presidente Jeanine Áñez ha dicho que el bono que propone la brigada masista que controla el parlamento no puede ser pagado a la gente porque no hay dinero, y no hay dinero porque esa brigada no aprueba los créditos externos.

Es decir que si cortas la llegada de dinero, no tendrías que ofrecer dinero a la gente. Algo elemental.

Es un defecto que han tenido los gobernantes masistas desde 2006 hasta 2019: no relacionan las causas con los efectos, lo que ocasionó el desastre que dejaron en la economía.

PETRÓLEO ORO ZINC Las esperanzas de la industria del petróleo en Estados Unidos estaban puestas sobre Laura, la tormenta tropical que azota la zona de producción y refinado de petróleo del golfo de México. Si la tormenta llega a destruir o afectar las operaciones petroleras el precio podría recuperar algo del terreno perdido por la pandemia. En el resto del mundo el precio se mantiene estable con la idea de que la economía tardará más de lo esperado en recuperarse. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, anunció un importante cambio en las prioridades de la política monetaria de ese país y asegura que ahora se prioriza el empleo sobre la inflación. La reacción del mercado fue inmediata y tras una fuerte caída en la cotización del oro en la mañana, este se recuperó en la tarde de ayer. Un escenario inflacionario por encima de 2% en Estados Unidos resultaría en precios más altos para el oro. Con 11% de ganancia en el precio en lo que va del año, el zinc supera inclusive al cobre en su recuperación. Sin embargo, los datos de la Asociación Mundial del Acero muestran que la producción mundial de acero crudo cayó un 2,5% a 152,7 millones de toneladas en julio respecto al año anterior, pero en China la producción aumentó más del 9% a 94,4 millones de toneladas. Es la industria de la construcción en China la que impulsa el precio del zinc.

No supieron, por ejemplo, que si sobreexplotas un campo gasífero, se agotará antes de lo previsto. Sobreexplotaron los campos gasíferos porque les gustaba recibir mucho dinero, para malgastarlo.

Tampoco fueron capaces de sospechar que si llamaban "nacionalización" a los cambios en los contratos petroleros que hicieron, y ofendían a las empresas con la propaganda, no iban a llegar inversiones... que podían haber servido para encontrar nuevos campos y poder seguir malgastando.

La lista de las cosas que hizo el MAS sin relacionar causas con efectos es muy larga. Ahora, lo dramático es recordar que estuvo en guerra contra los médicos, que pedían un mayor presupuesto para salud, lo que se hace dramático y trágico con la presencia de la pandemia.

Si vas a poner en duda la propiedad de la tierra con leyes recién aprobadas para dar guerra al sector privado, no va a crecer la producción. Incluso va a disminuir, como ocurrió.

Todo el dinero que entró durante el boom por el mayor precio de los productos agrícolas fue invertido en plantas industriales pero no en mayores cultivos, precisamente porque no "hay propiedad plena" de la tierra, como decía Freddy Suárez, expresidente de la CAO.

Y si anulas la práctica de las "concesiones mineras", que se mantenía desde la colonia, la producción minera va a caer... lo que ocurrió finalmente.

Y en ambos casos, de la tierra y de las minas, se habían creado las herramientas para que angurrientos y muy entrenados masistas las usen para extorsionar a agricultores y mineros, con lo que había nacido un "impuesto revolucionario" de aplicación caprichosa.

Matar el sector de hidrocarburos, la agricultura y la minería era una tarea difícil, en un solo gobierno, pero los masistas lo hicieron aplicando la receta de odio mezclado con robo.

Ahora, desde Buenos Aires, el cocalero fugado ha aprendido las palabras de su doctrina: "combatiendo al capital", como dice la canción de los peronistas. En 70 años, los peronistas han logrado llevar a Argentina a la ruina. Ahora están quemando cultivos y destrozando reservas de soya.

En Bolivia, la guerra es la misma.

La ONU, oficina en Bolivia, pide informes sobre los hechos de Senkata y Sacaba en noviembre del año pasado en que la policía impidió el incendio de la planta de combustibles que podía incendiar El Alto y La Paz.	Pero la ONU jamás pidió informes al gobierno del MAS sobre las violaciones a los derechos de indígenas y discapacitados, asesinatos en Santa Cruz y Pando, además de las violaciones a la libertad de expresión.