A menos de dos meses para que se realicen las elecciones generales es el colmo que las candidaturas democráticas (para llamarlas de algún modo), no se hayan reunido o emitido algún anuncio que tranquilice a una población afligida, viendo al MAS como una amenaza latente que, de ganar, traería de vuelta al país, sin pena ni culpa, a Evo Morales.
Carlos Mesa fue el candidato opuesto a Morales que, en los comicios de octubre pasado, obtuvo el “voto útil” y si no hubiera sido por el grosero fraude masista, probablemente estuviera gobernando Bolivia. Hoy mismo, Mesa sigue siendo el postulante democrático que cuenta, según los dudosos sondeos existentes, con la preferencia ciudadana, pero no con lo suficiente como para ganarle a Arce, tal vez ni para entrar en una segunda vuelta. Una de las causas es su falta de apoyo en Santa Cruz, donde obtuvo tan buen resultado en la última elección merced al voto anti-Evo.
Entonces, si Mesa no puede o no quiere aliarse con ninguno de los candidatos en boga (por lo menos no se sabe nada) habría que ver si es posible que aparezca otra candidatura democrática aparte de la suya con capacidad para derrotar a Arce. Y es ahí donde surge la idea de Cabildo Digital que se pregunta si sería posible que se coaligaran Jeanine Áñez, Luis Fernando Camacho y Tuto Quiroga. Al margen de lo complejo que resulta a simple vista esta propuesta, algo se tiene que buscar para ganarle al MAS, porque lo único inaceptable es que, a siete semanas de las justas electorales, los candidatos no hagan sino denigrarse unos a otros utilizando las redes sociales para lanzarse torpedos mortíferos.
El martes la presidente Áñez ha iniciado una campaña verbal y se lanzó duramente contra Mesa y Morales. Al primero lo mostró como a un pusilánime, que evita dar la cara en los momentos difíciles y muy proclive a renunciar, desechándolo como gobernante exitoso. Y a Evo Morales lo descalificó simplemente por su conducta pedófila, indicando que había humillado a Bolivia, llenándola de vergüenza.
Lo importante ahora es ver qué puede hacer Jeanine Áñez para convertirse en la candidata que obtenga el voto útil con que contó Mesa el año pasado. Necesita mostrar cuál es su fuerza real, que convenza. En vista de que no ha depuesto su candidatura y al parecer desea ir hasta el final, suponemos que debe captar el voto de los indecisos, que es muy grande todavía; pero, además, debe pactar alianzas si quiere desplazar a Mesa. No puede concertar con su rival porque él no va a “bajarse” de su candidatura debido a que sigue con una preferencia muy grande. Entonces, además de los indecisos, tendría que buscar aproximarse a Luis Fernando Camacho, Tuto Quiroga y hasta al señor Chi. Todo esto parece tirado de los pelos (así lo veo yo) pero no queda otro camino que especular, aunque sea fantaseando, para ver cómo puede un candidato democrático detener al MAS. La sustitución de candidaturas por renuncia, se acepta hasta el 3 de septiembre, es decir la próxima semana.
Ya hemos afirmado que la unión entre lo más serio de las fuerzas democráticas sería lo único que podría enterrar definitivamente a Evo Morales. Pero para eso se necesitaría de un desprendimiento que no se ve por ningún lado. Entonces vamos a tener que caminar, hasta el 18 de octubre, por la cornisa de un edificio de cien pisos mirando el vacío, hasta que, el día de la votación, la ciudadanía se decante por el candidato que le parezca mejor. Esperemos que el buen criterio de la gente supere la negligencia de los políticos y nos permita llegar al balotaje con Arce o ganarle de un golpe.
Hay que tener un enorme cuidado porque es en la primera vuelta cuando se elige a los parlamentarios. Si en el primer round el MAS se lleva muchos senadores y diputados aprovechando que todavía le favorece la ley electoral, aunque uno de los postulantes democráticos gane la Presidencia, deberá enfrentar a un Congreso hostil, que, quiera Dios, no repita los dos tercios con que el MAS nos extorsiona todos los días. Así no se podría gobernar con la decisión que requieren estos tiempos, y eso es algo que con solo mirar lo que acontece hoy debería ponernos los pelos en punta.
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