Dante Andrés Pucci
Brújula Digital
El 10 de marzo se confirmó en el país al primer caso de una persona contagiada de coronavirus y desde entonces los contagios no pararon de crecer durante cinco meses, hasta superar los 110.000. Sin embargo, según las cifras oficiales, finalmente el pico de contagios ya pasó.
El país está por fin ingresando en una “desescalada” de contagios.
“Bolivia en este momento se encuentra en desescalada, buscando adaptarse a la nueva realidad que empezó en el país el día 10 de marzo de este año y continúa hasta la presentación de estos datos actualizados 169 días después hasta el 25 de agosto”, dijo el ingeniero y analista de datos Dante Andrés Pucci (ver adjunto).
La médica Cecilia Vargas expresó por su parte que, pese a la baja cantidad de tests realizados, el país ya está viviendo la desescalada de contagios.
“(Está) disminuyendo la cantidad de infectados por día y seguramente pasará a ser una enfermedad presente, pero no en grandes escalas como pasó con la gripe H1N1 y otras de la misma índole, donde tendremos que prepararnos para que la mayor parte de compatriotas reciba la vacuna, misma que está en la fase de prueba en varias regiones del mundo”, afirmó la médica.
Ambos dijeron que la población, pese a esta situación, debe seguir manteniendo distancia física y atendiendo todas las medidas de bioseguridad, como frecuente lavado de manos, uso de barbijo y visor, etc.
“En base a la información presentada anteriormente, podemos concluir que el pico de la pandemia ya fue superado, pero se recomienda seguir guardando todas las medidas de seguridad y distancia física ya que son necesarias debido a que la enfermedad sigue y seguirá presente en el país”, explicó Pucci, que reside en Santa Cruz.
El pico de la enfermedad a nivel nacional, dijo Pucci, según los datos oficiales, fue el día 18 de julio con 2.036 casos, semana que tuvo un promedio de 1.690 casos por día.
En coincidencia con estos datos, después de casi medio año de cuarentena, el Gobierno decidió este jueves flexibilizar esta medida.
Entre el 1 y 30 de septiembre se transitará a una fase “posconfinamiento y vigilancia comunitaria”, a través de una reducción de las restricciones a la circulación, tanto terrestre como aérea, informó el jueves el ministro Yerko Núñez.
EJE CENTRAL
En el eje central, cuyos tres departamentos representan más del 70% de la población del país, igual se observa una caída en la curva diaria de contagios.
Según los datos analizados por Pucci, el pico en Santa Cruz se dio el día 17 de julio, con 1.245 casos y un promedio en esa semana de 749 casos día; en La Paz sucedió el 25 de julio, con 1.098 casos y un promedio semanal de 535 diarios; y en Cochabamba se produjo dos días después, el 27 de julio con 560 casos y un promedio esa semana de 221.
Como los informes diarios ofrecen los casos “descartados”, se puede calcular día a día cuantas pruebas se realizan.
Existe efectivamente, dijo Pucci, un descenso de cantidad de pruebas en la cuarta semana de agosto, pero pese a ello, el número total de pruebas es mayor que en meses pasado. En agosto se realizaron 2.909 test al día, mientras los promedios de julio y junio fueron de 2.419 y 1.552. El promedio de los últimos siete días ha sido 2.626, superior incluso al promedio de julio.
Estos valores obtenidos de fuentes oficiales nos permiten calcular un valioso indicador llamado “positividad”, es decir, la cantidad de pruebas que salen positivas.
En el gráfico correspondiente se observa que de tener una “positividad” del 67% el día 18 de julio, actualmente el promedio es de 41% (59% de los tests salen negativos). Es una cifra alentadora, aunque está lejos del umbral del 5% recomendado para dar por superada la pandemia en el país, recordó el especialista.
CECILIA VARGAS
Pese a que el país ha ingresado en la fase de la desescalada de la enfermedad, “cada boliviano conoce el caso de algún amigo o familiar que se ha contagiado, e inclusive hay algunos que han pasado desapercibidos para las estadísticas, desde el punto de vista de las manifestaciones clínicas (los asintomáticos)”, contó Vargas.
La profesional dijo que las medidas de distanciamiento social y uso de barbijo deben mantenerse todavía, pero que serán abandonadas con el tiempo. Sin embargo, para prevenir muchas enfermedades infecciosas, la población debe mantener la nueva costumbre de lavarse las manos frecuentemente.
Agregó que quedan tareas pendientes como aumentar el número de camas y número de unidades de terapia intensiva en el país para tratar a enfermedades como el cáncer, problemas renales y cardiovasculares que han sido descuidadas durante la pandemia. (BD/RPU)