La entidad gremial considera que el planteamiento promoverá un clima de incertidumbre y ahuyentará la inversión privada; además, generará inseguridad jurídica para actividades nacionales y extranjeras
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) expresó este lunes su rechazo a la propuesta del candidato Luis Arce Catacora de creación de un impuesto a la riqueza y agregó que con este planteamiento más bien se generará un efecto de “desindustrialización”.
La propuesta de Luis Arce Catacora, de ejecutarse, promoverá un clima de incertidumbre, ahuyentará a la inversión privada y generará inseguridad jurídica para las actividades nacionales y extranjeras.
Durante los últimos 14 años se impulsó un proceso de desindustrialización de la industria manufacturera en el país y se generó un escenario adverso a la iniciativa privada industrial creando fábricas estatales que son deficitarias en su mayoría.
La CNI indicó que en el mismo período se alentó la importación de productos extranjeros, sustituyendo la producción nacional, lo cual generó un deterioro en la inversión y producción con sello “Hecho en Bolivia”, y, a su vez, promovió los déficits en balanza comercial y la caída de las reservas internacionales netas.
Los industriales consideran la propuesta del impuesto a la riqueza del candidato Arce Catacora como “desconocimiento destructivo del sector industrial privado”.
La CNI expresó que el sector industrial planteó una propuesta de Política Industrial que contiene 27 tipos de política de alineamiento, sectorial e industrial para promover la industrialización del país. “Llama la atención que con una sola propuesta, que además evidencia desconocimiento del sector, se ofrezca promover la industrialización que, más bien, tendrá un efecto contrario”.
La sustitución de importaciones en el sector industrial se gestará cuando el Estado promueva la lucha efectiva al contrabando, reduzca los costos de la burocracia estatal, flexibilice el mercado laboral, reduzca las cargas fiscales e impulse la apertura de mercados nacionales e internacionales y se impulse la competitividad de Bolivia.
El Estado debe ser promotor de la inversión privada y no ser Estado Empresario que desplace y destruya la inversión, producción y generación de empleo, concluyó la CNI.