Edgar Quispe Torrez
Y otra vez en la incertidumbre. Con mucha preocupación nos vemos ante la imperiosa necesidad de avivar nuestras voces en protesta contra las permanentes incoherencias llevadas a cabo por los personeros desde el ahora Ministerio de Educación Deportes y Cultura, quienes sin ver en profundidad las verdaderas problemáticas educativas en Bolivia, van improvisando medidas superficiales que no hacen otra cosa que provocar malestar en toda la comunidad educativa.
En un inicio, se propuso considerar un plan de contingencia en tiempos de pandemia, estableciendo mecanismos y estrategias metodológicas para que los estudiantes puedan seguir pasando clases, ello conllevaba a emplear herramientas y plataformas virtuales, ya que se hace imposible llevar una gestión educativa de manera presencial por causa del Covid-19. Esta postura tuvo muchas dificultades, como la no adaptabilidad inmediata a los cursos “online” por parte de los profesores y la carencia marcada sobre el servicio de internet y su acceso a la misma.
Un segundo elemento, tras la noticia de que ningún estudiante iba a ser reprobado durante la presente gestión, muchos de ellos dejaron de “conectarse” con sus grupos virtuales para continuar con sus actividades educativas, inclusive padres de familia que dejaban de lado la tarea de impulsarlos y controlar a sus hijos para que continuasen con sus estudios, una clara muestra de con qué ojos vemos a la educación en Bolivia.
Un tercer elemento, desde el anuncio de la clausura del año escolar 2020, los padres de familia en algunos casos acorde a sus posibilidades económicas han realizado acuerdos con profesores “particulares” para que sus hijos puedan de alguna manera estar con actividades curriculares, fundamentalmente en algunas materias mal denominadas “primarias”, lo que permite esperar y afrontar la siguiente gestión educativa con bases de conocimientos en el grado inmediato superior.
En otros casos, varios padres de familia han decidido que sus hijos dediquen su tiempo al trabajo con la finalidad de contribuir a tener ingresos económicos que puedan ayudar a paliar estos momentos complicados por causa del Covid-19. Otros padres comentan que sus hijos se irán al cuartel y algunos indican que realizarán viajes al interior. Y surgen las preguntas ¿Qué acciones tomar si retornan las clases?, ¿acaso los padres de familia no planifican para determinar algunas situaciones? Estos y otros interrogantes surgen con la preocupación e ira de una sociedad cansada de tantos desmanes en tiempos complicados en el aspecto social, político y económico.
Finalmente, con la gran posibilidad de retornar a las aulas tras el fallo determinado por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, emitida hace pocos días, más allá de que la educación se establezca como un derecho constitucional mereciendo la atención plena del Estado, es nomás evidente que por detrás se percibe el juego político de quienes en su momento hicieron casi nada por mejorar la educación en Bolivia con una ley viciada de anomalías pedagógicas plagada de corrupción institucional y derroche de recursos económicos que golpean más y más a una sociedad cansada de tantas incoherencias, que sin embargo tiene puesta la fe en tener y luchar por una educación digna.
Edgar Quispe Torrez es Mg. Sc. Prof.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |