Ante cementerios colapsados
> La demanda de nuevos entierros se incrementó en un 580 % en los cementerios de La Paz, según René Sahonero, asesor del Ministerio de Salud
Cientos de familiares desesperados en Bolivia improvisan tumbas para enterrar a sus seres queridos, dijeron funcionarios, en momentos en que son insuficientes los lotes en los cementerios del país, debido al contagio acelerado de Covid-19.
En la ciudad sede de Gobierno, ante la falta de espacio en los cementerios, los familiares de las víctimas mortales de coronavirus crean tumbas clandestinas o ingresan a los camposantos en horas de la madrugada para excavar tumbas sin autorización de sus familiares.
“Quieren enterrar encima de otra tumba. Por ejemplo, destapan la tumba, ni siquiera son dos o tres metros, solo a un metro y quieren acomodar el cuerpo”, dijo el presidente de una junta vecinal de La Paz, Osmar Arce, que agregó que luego la Policía tiene que retirar los cuerpos.
Bolivia ha estado luchando para contener la diseminación del coronavirus en medio de una creciente tensión política ante la proximidad de las elecciones presidenciales.
De acuerdo con el gobierno de la presidenta interina Jeanine Añez, los casos de la enfermedad se aceleraron en el país de 11,6 millones de habitantes, luego de protestas por la postergación de los comicios generales al 18 de octubre por la pandemia.
Los cementerios de La Paz buscan responder a un crecimiento del 580 % en la demanda de nuevos entierros, según René Sahonero, asesor del Ministerio de Salud.
El caso de las tumbas clandestinas es un duro dilema para las autoridades locales, que han afirmado que muchas familias acuden a estas prácticas ante la falta de alternativas para darle un entierro apropiado a sus seres queridos.
“Al ver la situación del dolor ajeno nosotros no podemos impedir a esas familias procedan al entierro”, dijo René Tambo, un policía que agregó que “tenemos que pensar en las posibilidades de las personas. No se los puede obligar a que vayan a un cementerio”.
Bolivia tiene 117.928 casos confirmados de coronavirus, con una cifra oficial de 5.203 fallecidos, aunque críticos señalan que el Gobierno no está informando todas las muertes.
“Desde el inicio de la pandemia hasta la fecha habría en exceso de muertes” en comparación con el número informado de manera oficial, dijo Andrés Uzin, experto en políticas públicas y estadísticas, que describe que según datos del Servicio de Registro Civil hasta el 31 de julio hubo 14.000 fallecimientos por el virus.
“El registro de casos del Gobierno no muestra la realidad del país”, dijo Uzin, agregando que el número de casos reportados oficialmente también es inferior, debido a la capacidad de análisis del país es de solo 2.500 tests diarios. (Reuters)