El próximo 6 de diciembre es la fecha fijada por la dictadura de Maduro para celebrar comicios y renovar la Asamblea Nacional; sin embargo, la Unión Europea no confía en la transparencia de las elecciones en Venezuela. Entretanto, el ex candidato presidencial Henrique Capriles pide el aplazamiento de los comicios para permitir que asistan observadores del bloque, que ya fueron invitados por el gobierno chavista.
Las conversaciones entre una facción de la oposición venezolana y el régimen de Nicolás Maduro están estancadas respecto de si retrasar o no las próximas elecciones a la Asamblea Nacional, según cinco personas con conocimiento del asunto.
Maduro aprobó la presencia de observadores extranjeros, pero quiere que las elecciones se celebren en diciembre, según lo programado, argumentando que realizar la votación el próximo año violaría la Constitución, dijeron tres de las personas.
El ex candidato presidencial Henrique Capriles y sus aliados piden la postergación para permitir que asistan observadores de la Unión Europea.
El segmento de la oposición liderado por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y respaldado por Estados Unidos, no participa en las conversaciones y llama a boicotear las elecciones.
Sin un aplazamiento, los observadores de la Unión Europea no tendrían el mínimo de seis meses que necesitan para prepararse para el evento. Los negociadores de la oposición quieren hacer todo lo posible para involucrar a la Unión Europea con el fin de garantizar que la votación sea justa.
El grupo de oposición liderado por Capriles se está acercando a los Estados miembros de la Unión Europea para preguntarles si supervisarían la votación por separado, dijeron las personas.
Después de que Maduro ganó una elección ampliamente considerada como fraudulenta en 2018, Estados Unidos y sus aliados reconocieron a Guaidó como el presidente legítimo. La política de la nación se ha estancado durante el último año, al tiempo que Maduro se aferró al poder a pesar de las sanciones de Estados Unidos, diseñadas para derrocarlo.
Eso ha llevado a algunos sectores de la oposición, incluido Capriles, a buscar formas de salir del estancamiento. Esta semana, Capriles se adjudicó el logro de un decreto presidencial que indultó a presos políticos, en un gesto destinado a impulsar las conversaciones.
“La Unión Europa y Capriles creen que la estrategia de Guaidó y Estados Unidos para un cambio de Gobierno repentino no ha funcionado”, dijo el analista Mariano De Alba, con sede en Washington.
LIBRE Y JUSTO
Juan Guaidó criticó las reuniones de Capriles con los representantes de Maduro, diciendo que no tienen la aprobación de la Asamblea Nacional. Una reunión realizada el martes entre Guaidó, Capriles y los principales jefes de partidos de la oposición para definir cómo proceder terminó sin un acuerdo, según cuatro personas con conocimiento directo del asunto.
Guaidó dice que él debería seguir a cargo de la Asamblea Nacional después de diciembre, ya que las elecciones para elegir nuevos legisladores serán manipuladas e ilegítimas.
“El diálogo constructivo ha conformado una serie de amplias garantías que conforman un proceso electoral inclusivo, participativo y justo”, dijo el ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, en respuesta a preguntas escritas. “Consideramos que el acompañamiento electoral de la Unión Europea y del secretario general de Naciones Unidas constatarán que la elección parlamentaria se hará de manera idónea y pulcra”.
La oferta de garantías electorales de Maduro probablemente tenía la intención de dividir aún más a la oposición, dijo Luis Vicente León, analista con sede en Caracas.
“El Gobierno de Maduro está dispuesto a complacer algunas de las demandas de Capriles”, dijo León. “Pueden subestimar la posibilidad de que se convierta en una amenaza real”. (Infobae)
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