En una temporada con un recorrido inhabitual y en la que la acción se sucede semana tras semana, había una cosa que no cambiaba en la Fórmula 1: el dominio de Lewis Hamilton. El británico, al mando de su Mercedes, hizo valer en la largada del Gran Premio de Italia la pole position que había conseguido el sábado. Y parecía que todo iba hacia una nueva victoria sin problemas, hasta que el caos se adueño de la competencia y los comisarios decidieron sacar la bandera roja: la carrera se relanzaba, él era penalizado y todo era incertidumbre. Y a río revuelto, el ganador fue un pescador: el francés Pierre Gasly, en un día inolvidable y en una carrera espectacular, consiguió a los 24 años con su Alpha Tauri la primera victoria de su carrera en la Fórmula 1.