El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, pidió este viernes ayuda a Colombia para rescatar al ex vicepresidente Óscar Denis de 74 años de edad, secuestrado por la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), informó en el ministro del Interior Euclides Acevedo, quien sostuvo que se recurrió a ese país debido a la experiencia de Colombia en su lucha contra las FARC, el ELN y otros grupos criminales.
En conversación con periodistas, el funcionario sostuvo que Bogotá brinda cooperación a Asunción desde hace varios años, sobre todo para el combate de grupos armados. Debido a la experiencia de Colombia en su lucha contra las FARC, el ELN y otros grupos criminales, según Acevedo, es de vital importancia su colaboración.
Además, el ministro informó que Mario Abdo conversó con su par brasileño, Jair Bolsonaro, y que este último también se comprometió a suministrar ayuda.
El presidente paraguayo visitó este jueves en la estancia propiedad del ex vicepresidente Óscar Denis, para acompañar a los familiares y expresarles el apoyo de su Gobierno.
Abdo Benítez llegó en helicóptero a la hacienda La Tranquerita, en la frontera entre los departamentos de Concepción y Amambay, de la cual salió el miércoles Denis, de 74 años, a bordo de un vehículo antes de ser secuestrado. Lo acompañaba Adelio Mendoza, un joven nativo empleado del ex vicepresidente, también secuestrado.
Al momento de su llegada se encontraban en los alrededores de esa estancia un grupo de indígenas reunidos para condenar el secuestro de Denis y Mendoza. Representantes de ese grupo habían mostrado su intención de hacer una incursión en la zona para encontrar a los secuestrados.
Abdo Benítez, del Partido Colorado, fue trasladado a la estancia desde el centro militar de operaciones en Concepción, adonde viajó antenoche tras ser informado de la desaparición de Denis. Este estaba dedicado a sus negocios agrarios tras dejar la política activa, desde el opositor Partido Liberal, que llegó a presidir, así como la gobernación del departamento de Concepción, por el que también fue diputado.
El secuestro se produjo una semana después de un enfrentamiento en esa misma área entre el EPP y la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que se saldó con la muerte de dos niñas de 11 años.
El Ejecutivo aseguró tras las muertes que las menores formaban parte de la guerrilla y eran hijas de algunos de sus líderes, pero recibió una ola de críticas por esas muertes y llamados para realizar una investigación imparcial sobre los hechos.
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