Elecciones servirán para acabar con la actual ingobernabilidad

Analistas consultados por EL DIARIO manifestaron que el proceso electoral del 18 de octubre próximo podría acabar con los problemas de ingobernabilidad que enfrenta actualmente el gobierno de Jeanine Añez, que denuncia que la Asamblea Legislativa (AL) –controlada por dos tercios del Movimiento al Socialismo (MAS)- está bloqueando su gestión.

El politólogo y analista político, Marcelo Silva, manifestó que es necesario que el próximo gobierno tenga gobernabilidad y las elecciones de octubre próximo debe servir para acabar con la ingobernabilidad que actualmente vive el gobierno de transición.

“La duda es que si algún partido alcance la mayoría absoluta, yo me temo que no, lo cual le va a obligar al próximo gobierno a hacer coaliciones porque este chistecito de la pelea entre el Legislativo y el Ejecutivo está bien para un proceso de transición pero en un gobierno de cinco años es insostenible, eso no va a darle gobernabilidad a nadie porque esos gobiernos que tienen ingobernabilidad con la AL no duran”, apuntó.

En similar criterio, el periodista Iván Rada apuntó que las próximas elecciones servirán para terminar con el actual estado de ingobernabilidad que vive el país, con un gobierno que es permanentemente bloqueado y amenazado por el Legislativo.

“En el actual contexto, hablar de unidad ya parece inútil. Sin embargo, si de algo sirven estas elecciones es para terminar con el actual estado de ingobernabilidad que vive el país, con un gobierno que es permanentemente bloqueado y amenazado por el Legislativo. Una nueva configuración de bancadas y los acuerdos entre los frentes que logren representación legislativa marcará la siguiente gestión”, explicó Rada.

Hace muchos meses, el gobierno de Jeanine Añez viene denunciando el permanente bloqueo de la AL, por ejemplo, con la aprobación del crédito gestionado para enfrentar la lucha contra el Covid-19 y el 10 % de asignación para la salud.

DÉJÀ VU

Por otro lado, Silva apuntó que pareciera que se vive un déjà vu siendo que el panorama electoral se asemeja al que se vivió en 2019, donde unos buscan el retorno del MAS y otros que apuntan a erradicar a esa tienda política.

“El panorama está polarizado en un solo eje que es el MAS y el no MAS, en este caso el retorno del MAS al gobierno y la idea de que el MAS no puede retornar a gobernar nuevamente. El MAS sigue siendo la dicotomía central de estas elecciones y al parecer el electorado va a optar su voto en función de esta disyuntiva, por lo tanto tenemos un electorado altamente polarizado”, explicó.

Asimismo, el analista manifestó que, al igual que en 2019, existe un alto índice de indecisos, es decir electores que aún no decidieron su opción de voto.

“En el lado del sector que no quiere el retorno del MAS, aparentemente hay un fraccionamiento de las opciones electorales y al parecer hay una fragmentación del voto que en un inicio favorece la candidatura de Luis Arce, que sin alcanzar niveles espectaculares de intención de voto, lleva ventaja al resto de los participantes”, aclaró.

En ese marco, dijo que pareciera que no hay una determinación absoluta o total de la percepción del ciudadano sobre la decisión de su voto.

“La pregunta clave ante este déjà vu es establecer si este fraccionamiento del sector que no quiere el retorno del MAS va a permanecer o va a virar como lo hizo el año 2019 a la lógica del voto útil, es decir la capacidad de concentrar la mayoría del voto anti - MAS en una sola candidatura”, apuntó.

En esa línea, Silva aclaró que una segunda vuelta depende de si el sector que está en contra del MAS mantiene un fraccionamiento, porque de ser así la expectativa de Luis Arce de ganar en primera vuelta continúa vigente.

“De haber la noción del voto útil, podría decantarse, casi a último momento, como el año pasado de ir a una segunda vuelta electoral y es muy probable que la opción que es contraria al MAS en una segunda vuelta gane el proceso electoral”, dijo.

Por otro lado, apuntó que independientemente del resultado, quien gane en primera o segunda vuelta, la AL estará altamente fraccionada ya que ningún partido alcanzará la mayoría absoluta de los votos.

“Es difícil que alcancen la mayoría en la AL y menos los dos tercios, por lo tanto la AL tendrá que tener pacto y unión. El próximo gobierno es muy probable que sea de coalición política, en ese sentido es muy utópico pensar que los partidos resignen su posibilidad de tener bancadas parlamentarias, por muy pequeñas que sean, pueden llegar a tener una gran utilidad en el momento de decidir este tipo de coaliciones políticas”, refirió Silva