Parte I
Actualmente en un país en decadencia (en la justicia, en educación, en salud, etc.), como es Bolivia, se dan las “quemas descontroladas”, gracias a unas “leyes y reglamentaciones nefastas” de los gobiernos de turno.
La quema o el “chaqueo” es una práctica agrícola mediante la cual se procede a la quema de la vegetación (árboles, arbustos, plantas y hojarasca, conjuntamente con el perjuicio para las aves y otros animales pequeños que viven allí) existente en una determinada región. Esta vegetación puede ser de árboles de un bosque primario (virgen) o secundario (barbecho o terreno en descanso, ya explotado anteriormente, donde crecieron nuevamente árboles) sin mucho valor comercial y restos de cosechas anteriores (rastrojos).
Esta quema se la realiza con el fin de lograr la limpieza del terreno, para tratar de habilitarlo, para la siembra de un cultivo determinado (en primer lugar soya, luego arroz, maíz, caña, plátanos, yuca, walusa, coca, etc.) o la habilitación de terrenos para la siembra de pastizales (para que sirvan de alimento para la crianza de ganado) o la habilitación con fines inmobiliarios (caso del bosquecillo que se encuentra sobre Achachicala, en la ciudad de La Paz).
El “chaqueo” consiste en la sucesión de los procesos: “tala, tumba, roza y quema”, refiriéndose “la tala”, al corte de un árbol precioso o semiprecioso (mara, roble, cedro, etc.), “la tumba” es la caída de este árbol para su traslado, “la roza” es el corte de los tallos de plantas que quedaron, prosiguiéndose finalmente con “la quema” de los restos vegetales que quedaron en el terreno para la habilitación con fines de siembra (fines agrícolas, principalmente soya), ganaderos o inclusive en los últimos años inmobiliarios (bosquecillo que se halla sobre Achachicala en la ciudad de La Paz).
La quema puede ser controlada o descontrolada, según sean tomadas las debidas precauciones, para que el fuego no se expanda a los terrenos vecinos. Para lograr una “quema controlada”, se debe retirar toda la vegetación seca de todo el alrededor de la quema, construyendo callejones cortafuegos, logrando una barrera de contención y se debe comunicar a los vecinos, para que estén alertas ante posibles descontroles.
Para realizar una quema, generalmente se debe obtener los permisos pertinentes de las autoridades del lugar. La quema se realiza en los meses posteriores al invierno y antes del inicio de la época de lluvias, cuando la vegetación está totalmente seca, haciendo más fácil su combustión. Es una técnica barata en relación con otras, muchísimo más caras, como el de realizar la limpieza con maquinaria pesada, utilizando muchísimo más personal para el traslado de la vegetación seca a un determinado lugar.
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