Parte II
Con el “chaqueo”, la frontera agrícola se va moviendo, en detrimento de los bosques, selva o monte, lastimosamente también favoreciendo la erosión de los suelos, ya que se quita la capa superior del suelo.
Con esta técnica se aumenta las superficies de cultivo y pastizales, empero las superficies de bosque primario o virgen van disminuyendo, ocasionando la disminución de la evapotranspiración (evaporación de agua del suelo a la atmósfera lograda por los árboles), haciendo que a la larga el agua de lluvia permanezca en el suelo y no en los árboles. Así en la época de lluvias se ocasiona inundaciones y crecida de los ríos. Asimismo, al no existir bosques y raíces que protejan al suelo, las partículas del suelo son arrastradas por el agua de lluvia, produciéndose la erosión fluvial, de esta manera grandes superficies de suelo poco a poco pierden su fertilidad.
El humo producido por el “chaqueo” es bastante, pero sin lugar a dudas no supera en cantidad al humo producido, durante todo el año, por los países desarrollados (Estados Unidos capitalista, China socialista, etc.) en sus fábricas. El humo a la larga ocasiona el “efecto invernadero” (de la misma manera que en un invernadero, donde el nylon es el humo), produciendo el “calentamiento global” de la Tierra.
El corte de los árboles aumenta en mayor cantidad que la plantación de nuevos árboles, así lo mencionan los indicadores de diferentes instituciones e imágenes satelitales que muestran que la frontera agrícola va avanzando a nivel mundial, favoreciendo el desarrollo de los desiertos. De la misma manera, la densa humareda producida por el “chaqueo” trae consigo problemas de visibilidad en el transporte aéreo, efectos en la salud pública y la contaminación del aire.
Como soluciones, para lograr disminuir el “chaqueo” (no para eliminarlo en su integridad) se tiene el manejo y aprovechamiento adecuado de los recursos del bosque con fines económicos, como el ecoturismo, seguramente con ganancias mucho menores que los usos forestales y agropecuarios, pero logrando un desarrollo sostenible en el tiempo. Se debería permitir el “chaqueo” solamente en los terrenos de las familias extremadamente pobres, donde los cultivos son muy necesarios (no cultivos de coca), asimismo se debería realizar una “quema controlada” con la supervisión y de acuerdo con las normas técnicas que debería tener cada municipio. Por otro lado, por la madera preciosa y semipreciosa que se extraiga de los bosques, se debería pagar impuestos altos, que cubran los gastos de reforestación realizada por el Estado, no se debería permitir la exportación de madera en bruto sino con valor agregado (generación de fuentes de empleo) y los precios de la madera deberían ser muy altos porque el tiempo que se necesita para lograr el crecimiento de los árboles es bastante (80 años o más).
Como conclusión final, se debería tener leyes más rígidas que eviten las quemas. Y los que son parte de sectores forestales, agropecuarios e inmobiliarios (caso del bosquecillo que se halla sobre Achachicala en la ciudad de La Paz) deberían tener mayor “conciencia ecológica”, disminuyendo al mínimo “el chaqueo”.
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