Nacionalización “sui generis”

Expertos analistas, técnicos e instituciones especializadas en materia energética han manifestado a través de la prensa nacional de que la rimbombante nacionalización de los hidrocarburos no es más que una nacionalización “sui generis” porque no se cumplió con la ley en actual vigencia, limitándose simplemente al incremento tributario, 50% para el Estado (18% regalías y 32% IDH) y el otro 50% corresponde al pago a las empresas petroleras transnacionales por costos recuperables y a la distribución de utilidades. Además el 80% de la producción de gas y petróleo se encuentra en manos de las empresas petroleras transnacionales y el 20% corresponde al Estado a través de las empresas Chaco y Andina.

Reservas de gas y petróleo

La producción de gas y petróleo actualmente proviene de los campos petroleros antiguos San Alberto, Margarita, Itaú, etc., actualmente en declinación y sin la correspondiente reposición por la ceguera e irresponsabilidad de los gobiernos de turno.

Costos recuperables

Se refiere al reembolso millonario por parte del Estado a favor de las empresas petroleras transnacionales por los gastos e inversiones realizadas en: Costos de materiales, indemnizaciones, sueldos y jornales, viáticos, depreciaciones, etc., sin la debida fiscalización real y eficiente por parte del Estado, por “fiscalizadores de escritorio”.

Exploración en “ciernes”

La exploración de hidrocarburos es el primer eslabón de la industria petrolera, es la savia vital que nutre, vigoriza y fortalece la salud económica del país.

No se descubrió nuevos campos petroleros de la magnitud de San Alberto, Margarita, Itaú, etc., con el riesgo de su agotamiento paulatino.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), crisol de bolivianidad, otrora empresa mejor organizada del Estado técnica y administrativamente y que por sus méritos al servicio del país fue acreedora a la condecoración del “Cóndor de los Andes”, actualmente está anclada y desprestigiada por la galopante corrupción e improvisación funcionaria, por ejemplo con la designación como Presidente Ejecutivo de: profesor rural, bachiller, capataz, químico, etc. (en 14 años de masismo ignaro).

Al concluir, de lo expuesto se deduce que la improvisación y el prebendalismo político están haciendo mucho daño a la estatal petrolera.

Para fortalecer su estrategia productiva está obligada a desarrollar múltiples actividades, principalmente en la búsqueda de nuevas reservas de gas y petróleo.