> Kushner había profetizado su condena por la presión colectivista, a horas de ser trasladado al penal de San Pedro, donde permanece cinco años y donde deberá pasar otros 25 si se ejecuta la sentencia del pasado jueves
La exesposa de William Kushner, Rita Martínez, advirtió que la sentencia de 30 años por feminicidio al padre de sus hijos obedece a la presión de un grupo feminista que quiere usar el tema como un trofeo. Mujeres Creando, por su lado, responde con discursos ideológicos sobre el caso.
En entrevista con radio Compañera, Martínez reafirmó que el padre de sus dos hijos, de nueve y once años, es inocente y no cometió feminicidio contra Andrea Aramayo, tal como sustentó el colectivo feminista del cual es parte Helen Álvarez, madre de la víctima fatal.
“Van a utilizarlo las feminazis de Mujeres Creando a William como un trofeo y el padre de mis hijos no va a ser trofeo de nadie”, expresó.
Tanto Martínez como Ninón Dávalos, la madre de Kushner, salieron a los medios para reafirmar la inocencia del ahora sentenciado en la figura de feminicidio, pero también para acusar la presión de ese grupo encabezado por María Galindo.
Mientras ambas adelantaban que se hará la apelación dentro de los tiempos procesales, el grupo ya comenzó a enarbolar el discurso de ideología de género que sostuvo durante los cinco años del caso.
Kushner había profetizado su condena por la presión colectivista, a horas de ser trasladado al penal de San Pedro, donde permanece cinco años y donde deberá pasar otros 25 si se ejecuta la sentencia del pasado jueves. “Esta es la fuerza del activismo feminista. No me arrepiento de nada porque no tengo nada de qué arrepentirme”, dijo el abogado y empresario en uno de los pocos contactos que tuvo con la prensa.
UNA CORTA Y
TRÁGICA RELACIÓN
El 19 de agosto de 2015, William Kushner, entonces de 38 años, había asistido al pub Mongos de Sopocachi con unas amigas. Al poco tiempo llegó Andrea Aramayo, aunque sus amistades y testigos del caso afirman que ella ya estaba en el local y fue él quien llegó de improvisto. Luego de una discusión, Kushner decide salir del local, mientras ella trata de frenarlo. Al promediar las 3.20 de la madrugada, Kushner arranca en su vagoneta Gran Cherokee y Aramayo corre hacia él.
La versión de la familia de la víctima, que dejó a una niña en orfandad, es que el hombre pasó el carro intencionalmente por encima del cuerpo de la joven, no frenó e incluso trató de sobornar a los testigos.
La versión de la defensa es que la mujer de 27 años y contextura delgada, intentó detener al joven corriendo a un costado del motorizado y resbaló hasta golpear la cabeza contra el pavimento.
Aramayo fue trasladada a la Clínica del Sur, donde entró en coma y luego falleció por Traumatismo Encéfalo Craneal (TEC) severo y un ataque cerebrovascular (AVC) hemorrágico.
La pareja había estado saliendo menos de seis meses. La relación con Aramayo comenzó cuando ella era asistente en una de las clínicas de estética dental de Kushner, todo iba bien al inicio pero al poco tiempo aquello se fue complicando.
Martínez recordó que fue ella quien presentó a Aramayo con Kushner, cuando la joven comenzó a trabajar en la sucursal de Sopocachi del consultorio principal ubicado en la zona Sur de La Paz.
Su relación con quien sería pareja de Kushner fue normal, agregó, pero sí escuchó muchas quejas del otro personal femenino de Dentaria sobre los celos de Aramayo, desde la asistente hasta la abogada que hacía trámites en esa clínica.
La mujer de nacionalidad española, que estuvo casada con Kushner cerca de diez años, negó que su expareja hubiera tenido alguna forma de violencia durante su relación.
“Jamás en mi vida hubiera consentido que me hubiera tocado una pestaña, tengo mi carácter. Me podía haber divorciado e irme a mi casa, a España, pero no quise separar a mis hijos de William, porque él es un buen papá”, acotó.
Otra pareja de Kushner en su juventud, Mariana Prado, quien sería ministra de Planificación en el régimen de Evo Morales, también acudió a los juzgados en 2018 para testificar sobre el comportamiento del procesado. La mujer, que también fue amiga íntima de Helen Álvarez hasta estos trágicos hechos, dejó sentado que Kushner jamás tuvo rasgos de “violencia o dominación” en el tiempo de su relación. “Yo creo vehementemente en la inocencia del acusado” declaró. Mujeres Creando la acusó de “ejercer su influencia política” en tribunales.
BARRIGA SE OFRECIÓ
PARA DEFENDER
A KUSHNER
La abogada Paola Barriga expuso las razones por las cuales el caso concluyó con los 30 años de sentencia por feminicidio contra Kushner.
“13 estudios periciales, 11 pruebas documentales y la declaración de 25 testigos” son el sustento del caso, citó Barriga, quien destacó que fue la primera vez que en un juicio se aplicó la pericia de antropología social, que forma parte de los protocolos de investigación en feminicidios.
Posteriormente, el desglose de argumentos señalados por la abogada en sus redes sociales recae en el discurso de género con citas de los “patrones culturales misóginos” hasta la “relación de subordinación o dependencia respecto del autor”, y que antes del día fatal “hubo violencia psicológica y laboral demostrada en audios, textos y hechos corroborados por testigos”.
Así, Barriga argumentó la sentencia contra quien, según la familia del sindicado, primero trató de ser la abogada defensora de William Kushner.
Precisamente sobre Barriga, la exesposa de Kushner reveló que la abogada se acercó a ellos para ofrecer sus servicios, pero él optó por tener a gente allegada a su familia y se quedó con los juristas Aida Camacho, Audalia Zurita y Ernesto Vásquez, recientemente fallecido por Covid-19.
Finalmente, Martínez pidió que se levante la reserva del caso para poder mostrar públicamente todas las pruebas de la inocencia de Kushner, incluyendo las fotografías, chats y testimonios que se dieron como pruebas durante estos cinco años, pero que no fueron valorados por los jueces al momento de dictar los 30 años sin derecho a indulto por la figura de feminicidio.
EL DISCURSO DE CLASE
Y DE GÉNERO EN
ESTE CASO
Paralelamente, Helen Álvarez, la madre de Aramayo, e integrantes de Mujeres Creando, respondieron en las redes sociales con un discurso de “lucha de clases” para catalogar a Kushner como “violento machista” y un ejemplo del “poder de los privilegiados” contra las mujeres.
“Tampoco sus aliados de clase pueden admitir, que uno de sus hijos privilegiados, no haya podido comprar la justicia con su dinero, que no haya podido beneficiarse de sus influencias de clan familiar, es eso lo que más les punza”, escribió Danitza Luna, de ese movimiento.
“Sus mayores cómplices de clase no defienden fanáticamente a un hombre por ser inocente, defienden la impunidad histórica del patrón rico y privilegiado que se siente intocable cuando comete un crimen”, agregó la feminista y remató: “...ahora tienen miedo de que ese freno a sus privilegios se repita en otros”.
El texto fue compartido por Álvarez, periodista feminista, en los grupos de apoyo a Aramayo.
El extenso texto en las redes agregó más argumentos marxistas para defenestrar a Kushner y a quienes abogan por su inocencia.
“¡Es inocente!”, grita su familia y allegados, allegados más por alianza de clase, que protestan en redes con emojis enojados por lo que ellos consideran injusto. ¡ES INOCENTE! escriben con mayúscula, se toman las redes sociales como escenario máximo de santificación del feminicida, hasta pagan con tarjeta de publicidad de Facebook para proclamar su inocencia”.
Prosigue: “...Que cómo un tipo blanco, limpio, de modales educados, de camisa planchada, de “buena familia”, montado sobre el prestigio de un clan de médicos empresarios, con estudios en universidad europea; pueda ser un simple y vulgar feminicida, un simple y vulgar asesino”.
Luna aumenta su argumentación de género: “No todos los feminicidas tienen aspecto de monstruos, ni sus motivaciones son monstruosas. Puede el feminicida ser un hombre cualquiera, ese es el peligro del machismo sistémico y estructural, que hace que cualquier hombre, en cualquier momento, en cualquier espacio, y por cualquier motivo, pueda sentirse en el derecho de ser dueño y exterminador de la vida de una mujer”.
Durante los cinco años del caso los grupos de respaldo a Kushner en redes sociales tuvieron que cerrar por las denuncias de estos colectivos, bajo el argumento de que se hacía apología al delito, discurso de odio e incluso revictimización. Facebook, por esa presión, cerró las cuentas con las etiquetas de “William Kushner inocente”. (@VisorBolivia)