Casi la cuarta parte de los bosques del mundo está en la región de América Latina y el Caribe. Los bosques cubren alrededor de 970 millones de hectáreas. De las cuales 115 millones se encuentran en la subregión de América central, México y el Caribe y 855 millones en América del Sur, 52 millones estaban en territorio boliviano. Los bosques templados (que cubren aproximadamente 52 millones de ha) se encuentran en Argentina, Chile y Uruguay y en las zonas de gran altitud de los países tropicales de la región (Instituto Mundial sobre Recursos).
La pérdida anual de biomasa por la deforestación asciende a unos 1.303 millones de toneladas, que supone el 40 por ciento de las pérdidas totales de los países en desarrollo, de 2.671 millones de toneladas (FAO).
La tasa de deforestación de la región es elevada, pues cada año desaparecen cerca de 7.5 millones de ha de bosque (el O.77 por ciento). El índice más alto de deforestación (el 1.6 por ciento anual) corresponde a América Central y México. La tasa de deforestación de Bolivia estaba en 86.000 ha por año (Mapa Forestal, 1996 MDSMA), equivalente al 0.4%. En la década pasada la tasa de deforestación estaba sobre las 280.000 has (SIF, 2007), en la última década hemos pasado a 350.000 ha por año, por efectos de habilitación de tierras e incendios forestales, como el incendio del anterior año que destruyo más de 4 millones de hectáreas de aéreas boscosas del departamento de Santa Cruz.
Según el Instituto Mundial sobre Recursos Forestales, las plantaciones cubren alrededor de 8.6 millones de ha en la zona tropical de América Latina y el Caribe y 2.5 millones en la zona templada de la región. Por tanto, la superficie total de las plantaciones (11.1 millones de ha) representa sólo el 1.1 por ciento de la zona de bosques naturales.
Mientras que los bosques naturales proveen la mayor parte de la leña, los productos no madereros y los beneficios ambientales, más de la mitad de la madera industrial se produce en plantaciones.
Las plantaciones más extensas se encuentran en el Brasil, y cubren unos 8 millones de ha, de las que 4.1 millones son bosques artificiales utilizables para fines industriales. Chile cuenta con 2.4 millones de ha de zonas reforestadas (prácticamente en su totalidad para uso industrial), Argentina con 700.000 ha, Venezuela con 500.000 ha, Cuba con 400.000 ha, Perú con 600.000 ha y Colombia, México y Uruguay alrededor de 300.000 ha y Bolivia con menos de 30.000 ha.
El Gobierno del MAS durante 14 años en el poder mediante un decreto supremo determinó que cada año se debería plantar un millón de arboles, sin embargo solo fue en el papel, ya que ninguna organización del gobierno ni las prefecturas se dedicaron a desarrollar plantaciones forestales comerciales, si lo hicieron solo fue para ornamentación. Sin embargo gastaron miles de bolivianos en FONABOSQUE, entidad que debería destinar estos fondos a la ejecución de planes de reforestación.
Por ignorancia, por no saber la importancia del árbol, hay países que dependen de su capacidad de producción, porque la madera es un elemento importante y renovable en la vida del hombre. Lamentablemente estamos perdiendo nuestros bosques naturales y nada hacemos por su recuperación.
Espero que el nuevo gobierno incluya en sus planes la plantación de miles de hectáreas, y la preservación del material genético, recuperando las especies más importantes, como la Mara, Cedro, Roble, Palo María y muchas otras especies que eran parte de nuestra riqueza forestal.
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