Ante efectos de pandemia
> Los empresarios y economistas planean dar un giro en la actividad económica del país para encarar la post pandemia, que requerirá de flexibilización de normativas sociales y económicas
La transformación de la matriz productiva sigue en espera en el país y la bonanza económica por los altos precios de los commodities, hasta el 2014, no logró ingresar a la transformación de la materia prima; los déficits comerciales se amplían con las naciones vecinas. En el webinar Bolivia 2030 Agenda de Inversión Privada Actualidad y Desafíos, en reiteradas oportunidades, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, dijo a los medios que la industria bajó su crecimiento y más aún con la pandemia que afecta al país, por ello se requería un plan para reactivar el sector, tanto económicamente como socialmente.
El Gobierno anunció destinar créditos a pequeños emprendimientos para evitar su cierre y evitar el desempleo, sin embargo, los emprendedores señalan que la accesibilidad no es del todo fácil por los requisitos exigidos por los bancos.
No obstante, la reactivación de la economía vendrá de la mano del financiamiento externo, y en el caso de Bolivia la caída de los precios de los commodities en el mercado internacional y el diferimiento de los tributos dejó casi vacía el Tesoro General.
El presupuesto de 2021 anticipa disminución de presupuestos entre 20 % a 40 % para gobernaciones, municipios y universidades, debido a la baja de ingresos que percibirá el estado.
La pandemia afectó a la economía mundial y nacional frenó la actividad productiva y el comercio, pero ahora la reactivación involucra flexibilización de normativas sociales y económicas y la propuesta empresarial va dirigida a reducir los impuestos y la flexibilización laboral.
En ese contexto, hace unas semanas atrás, expertos economistas y empresarios privados del país plantearon el desafío de encarar la transformación de la infraestructura productiva para superar la crisis económica y social, en la proyección de alcanzar la agenda de Desarrollo Sostenible 2030.
El expresidente de CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), Enrique García, y el experto Enrique Herrera, panelistas del webinar Bolivia 2030 Agenda de Inversión Privada Actualidad y Desafíos, expusieron sobre los retos de Bolivia en el contexto de un reajuste en la economía regional y mundial, que plantea compatibilizarse con los temas ambientales, según ABI.
“El gran desafío es cómo hacer la transformación productiva en una era diferente a la que Bolivia estaba acostumbrada. Son pocos los actores académicos y políticos que están viendo las tendencias mundiales, como base fundamental para definir el futuro de 2025 hacia el 2030”, afirmaba García.
El evento organizado por la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), en alianza con la Fundación Konrad Adenauer Stiftung, analiza la actualidad económica e industrial del país, en la proyección de elaborar una agenda de inversión privada para el próximo decenio.
El expresidente de CAF planteó que uno de los temas pendientes de Bolivia tiene que ver con la diversificación de la producción y las exportaciones; por tanto, se debe retomar la institucionalidad que asegure reglas claras y precisas para las inversiones privadas e incentive al sector privado a investigar a qué ámbito productivo puede incorporarse.
La propuesta coincide con la del abogado de empresas y experto en inversión extranjera, Iver von Borries, quien dijo que toca al gobierno que entre generar confianza para que la inversión privada nacional e internacional se desarrollen y lleguen al país.
Aseguró que urge reconstruir el concepto de seguridad jurídica, que en los últimos 14 años fue disminuido por la anterior administración de Estado.
García indicaba que estaba claro que se ingresó a la cuarta revolución industrial, donde la tecnología de la digitalización es fundamental y de donde van a surgir nuevos negocios. “Es un trabajo del sector público y privado donde no tiene que haber el dogmatismo que caracteriza a Bolivia”, afirmaba.
En esa línea, recomendó un mayor nexo de colaboración entre los sectores público y privado, es decir poner en práctica las APP (Alianzas Púbnlico-Privadas), que también plantean los organismos internacionales.
García afirmó que, por ejemplo, la industrialización del litio, cuyo desarrollo requiere de una cuantiosa inversión externa de calidad, que dependerá su desarrollo solo en el marco de acuerdos que viabilicen, tanto la producción con valor, como su incursión a otros mercados.
Por otra parte, según el análisis del experto Enrique Herrera, Bolivia está ubicada en el puesto 107 de entre 141 economías; en capacidad para innovar, ocupa el puesto 124 de 141 países; en innovación efectiva, está el lugar 110 de 129 economías; y en facilidad para hacer negocios, ocupa el puesto 150 de 190 economías.
“El gran desafío es invertir para crear una nueva infraestructura que sostenga a un empresariado digital, descarbonizado, circular e incluyente, lo que demanda miles de millones de dólares”, afirmaba.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Rolando Kempff, en reiteradas oportunidades, dijo a los medios de comunicación que se debe ingresar en la economía 4.0, del talento y del cuidado del medioambiente.
En ese escenario, el economista planteaba siete acciones orientadas a la reestructuración de la infraestructura productiva, empezando por el cambio de actitud para atraer inversión extrajera de calidad y atraer al país la inversión de empresarios privados nacionales en el exterior.
En esta línea, propone reconfigurar la regulación del ámbito económico para que el Estado asuma como árbitro real, potenciar los sistemas de conciliación y arbitraje, generando equilibrio tripartito con los sectores privado y social.
El planteamiento señala que las grandes empresas estatales deben ser los entes que atraigan la inversión externa, vía financiamiento a largo plazo.
Otro aspecto tiene que ver con el potenciamiento del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) para apalancar, con financiamiento externo, la nueva infraestructura productiva.
En el ámbito de la minería e hidrocarburos, Herrera planteó reestructurar Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), para promover inversiones en exploración, hacia el 2025, en la perspectiva de una segunda fase proyectada para el 2030.
En coincidencia con la CEPB, Herrera propone analizar los sectores de litio, turismo, energía, agroindustria y todos los sectores de inversión privada que puedan ser retornados al país de inmediato.
Otra de las prioridades, según el economista, es potenciar los ámbitos de telecomunicaciones, innovación y tecnología, con la creación de incubadoras aceleradoras de centros tecnológicos en la mayor cantidad de municipios, por lo menos en 50 ciudades intermedias.
En este sentido, afirmó que el giro de la economía del siglo XX a la del siglo XXI, digital descarbonizada, circular, verde son oportunidades que se presentan una vez cada 50 años y que no deben pasarse por alto.