Población rechaza tarifas arbitrarias
> El abuso por cobros exagerados continúan sin control, en algunos casos, el sector se convirtió es una especie de trabajo delincuencial en medio de chantaje, al que la población teme por las represalias que ejercen
Los habitantes de El Alto rechazan el pedido de los choferes de implementar mayor número de vehículos en etapa de post confinamiento para llegar al 80 %, respetando los nueve pasajeros que tienen como norma. Además, rechazan los trameajes y la elevación arbitraria de tarifas.
Es evidente que este sector solo vela sus intereses y no así de los usuarios, quienes todos los días tienen que soportar las arbitrariedades que se cometen.
Tarqui señala que sus afiliados están pasando días muy críticos, debido a las restricciones que cumplen en la reducción de pasajeros, sin embargo también se da una falta de un control tal como fue el compromiso de sus dirigentes de hacer cumplir en el cobro de tarifas como están establecidas de forma diferenciada.
Al momento, varias son las faltas que la población repudia en torno al accionar de los operadores en la urbe alteña, donde los trameajes, cambios de disco, alteración de rutas y la alteración de tarifas han dado lugar a que ante la ciudadanía pierdan credibilidad ya que los compromisos sobre dar un servicio eficiente no han sido cumplidos.
Desde la primera ampliación de las normas de restricción, los choferes del servicio público en la urbe alteña han dado lugar a una desmedida inconciencia de actitudes en contra del usuario, donde el maltrato y el abuso continuo en el cobro de pasajes arbitrarios han caracterizado a los conductores de minibuses, quienes cobran entre 1,50 hasta Bs 2.
La excusa del dirigente de los Choferes de la Federación Andina de Choferes 1ro. de Mayo, para el pedido de la ampliación al 80 % del parque automotor de sus minibuses es que habría quedado insuficiente para el usuario, pero el propio ciudadano señaló que este tema es solo una excusa, ya que a raíz de estos abusos, la población alteña prefiere que la restricción continúe debido a que este pedido puede llegar a tener un mayor efecto negativo de este servicio público.
El control por parte de las autoridades correspondientes ha dejado a su suerte el usuario, porque el propio Organismo Operativo de Tránsito (OOT) no hace presencia en las calles y no regula estos conflictos.
De la misma manera, la Guardia Municipal de Transporte (GMT) ha quedado insuficiente para imponer autoridad a los abusos que todos los días cometen los choferes del servicio público, este descontrol dio lugar a que la población continúe sufriendo estos abusos, que afectan la economía de la población.