Nancy fue quemada sin constatar si estaba con vida

Nancy P. R., de 30 años tenía dos meses de embarazo cuando le quitaron la vida en Uyuni (Potosí), el 1 de agosto pasado. Alejandro O.C., su pareja, la empujó de su vehículo en movimiento y al ver que no reaccionaba la volvió a subir al motorizado con ayuda de su cuñado Serapio L. O. y la llevaron a un lugar desolado “para proceder a quemarla sin tener constancia alguna de que la víctima se encontraría aún con vida”, según los documentos del proceso que se investiga por feminicidio.

Para conocer ese fatal desenlace transcurrió 34 días, desde la desaparición de Nancy. Su familia la estuvo buscando por distintos pueblos y pegando afiches con su fotografía con la esperanza de encontrarla con vida. Alejandro se mostró preocupado y salió a las calles preguntado por su “esposa embarazada” para no levantar sospechas. Después de unos días, les comunicó que abandonaría la búsqueda porque sus parientes le dijeron que “no se meta” e incluso les pidió que le devolvieran los gastos realizados, mientras buscó a Nancy.

TRAGEDIA

Hasta que el 29 de julio, ante la insistencia de Alejandro, Nancy decide regresar con él. Antes su mamá le pidió que vaya a su pueblo a ayudar a su hermana menor. Aceptó luego –el sábado 1 de agosto— se fue a encontrar con Alejandro.

Era el último día de vida de Nancy. Según datos de la Policía de Uyuni, ella habría muerto el mismo día que desapareció.

Al parecer, iba a bordo de un vehículo, junto a su pareja y Serapio, —sujeto implicado en el asesinato—por una discusión y el movimiento del auto, ella fue arrojada en el camino.

Se presume que al verla tendida en la vía, ambos hombres deciden quemarla para no dejar rastros.

Su familia preocupada por su desaparición llama a Alejandro, quien al principio no contesta y luego le dice a la madre que regresaría a su casa en Potosí.

Al no tener noticias de Nancy, el 3 de agosto sus hermanos y su madre iniciaron la búsqueda, pero con mucha dificultad. Al principio, la Policía se negó a ayudarlos porque la víctima era mayor de edad.

Fueron por cuenta propia a pegar los panfletos desde Uyuni hasta Challapata. Fue un mes de búsqueda dolorosa sin hallar respuesta.

En ese tiempo, Alejandro culpó a la familia de Nancy de esconderla y los amenazó, principalmente a Lidia su madre y a su hermana menor, de que iba a desaparecerlas y que le debían pagar todos los gastos, pues supuestamente él también la buscaba.

Hasta que el viernes 4 de septiembre, la Policía encontró el cuerpo calcinado de Nancy cerca de una comunidad de Uyuni.

La familia no podía creerlo. ¿Era Nancy, aquella mujer sencilla y humilde con muchos sueños para su futuro? Ella había estudiado confección en un instituto y parvulario, luego. “No lo podía creer, mi hermana nunca hizo daño a nadie, cómo morir así. Ni siquiera queremos ver sus restos, es algo que nos duele en el alma”, dijo su hermana.

AMENAZAS

Después de que se detuvo a Alejandro y a Serapio por la muerte de Nancy, la familia de la víctima fue amenazada, vía telefónica, por un dirigente de la provincia Chayanta. “Queremos al Alex de regreso, no puede ser este tipo de actitudes, conozco su casa y voy a llevar a gente, 500 estoy convocando”, se escucha en el audio, al que accedió este medio.

PERFIL

De acuerdo con el testimonio de la hermana de Nancy, a Alejandro lo conocieron hace seis años, cuando estudiaban en una institución de confección, donde se promovía el programa de Mi Primer Empleo Digno en Potosí.

Alex fue el ayudante de costura de un profesor. Era reservado y casi nunca hablaba con nadie, pero las alumnas— entre ellas Nancy y sus dos hermanas, quienes estaban inscritas en ese instituto— conversaban con él para preguntarle sobre confección y costura. (La Nota)