Sin lugar a dudas este cohete podría marcar una diferencia en una batalla. Ese es el nuevo objetivo del proyecto que han puesto en marcha Space X y el Pentágono. La compañía de Musk ya ha empezado a estudiar los desafíos técnicos y el diseño inicial de un sistema que permita, de forma sencilla, mover material militar desde Florida a Afganistán en 60 minutos, según explicaba el general Stephen Lyons, jefe del Comando de Transporte de EEUU en la reunión anual de la Asociación Nacional de Transporte de Defensa.
En comparación, el sistema actual más rápido para hacerlo (el US C-17 Globemaster) tardaría unas 15 horas en hacerlo. "Puedo decirles que SpaceX se está moviendo muy, muy rápido en esta área. Estoy muy entusiasmado con el equipo que está trabajando con SpaceX", explicó Lyons al tiempo que anunciaba que las primeras pruebas arrancarían en 2021.
"Hay mucho potencial aquí" en la medida en que uno de los desafíos de la logística militar es la "tiranía de la distancia y el tiempo, y el acceso global". Hoy por hoy, el transporte espacial tiene restricciones de peso y volumen muy considerables en comparación con el transporte aéreo, pero "a medida que la industria avanza para superar estos desafíos y reducir los costos, la capacidad de transporte espacial para colocar una carga crucial rápidamente en el objetivo a distancias considerables lo convierte en una alternativa atractiva"
Mientras tanto SpaceX sigue su carrera imparable por ser uno de los mayores contratistas espaciales del mundo. Hace una semana la empresa aeroespacial consiguió un contrato de 149 millones de dólares para construir satélites de seguimiento de misiles también para el Pentágono.