Los sueños de José en tiempos eleccionarios

Todos conocemos bien el relato bíblico de José, el joven hebreo que por gracia de Dios recibía los designios divinos para con él, a través de sueños, y a la vez podía interpretarlos para terceros. Para hacer el relato corto, después de interpretar los sueños del copero y el panadero del Faraón, es llevado ante dicha autoridad para dar con el significado de los extraños y recurrentes sueños que estaba teniendo el soberano egipcio, el resto es historia, siete años de abundancia que anteceden a siete años de hambruna.

Para la psicología, los sueños son estímulos esencialmente anímicos que representan manifestaciones de fuerzas psíquicas que durante la vigilia se hallan impedidas de desplegarse libremente. Pese a esta explicación de la ciencia, ¿se imaginan a José interpretando sueños y alertando a mandatarios y autoridades en países donde el “socialismo del Siglo 21” ha hecho cuartel? Creo, sin temor a equivocarme, que las reacciones serían totalmente contrarias a las descritas en el relato bíblico.

Los operadores del poder del socialismo del Siglo 21 tendrían opiniones contrarias a las de José, por ejemplo, ¿se imaginan la reacción de los amigos de Fidel al escuchar de José que en un corto plazo todo un país (Venezuela) se quedaría sin papel higiénico?, primero lo increparían como agente de la CIA, contratado especialmente para alarmar a las masas y provocar de esta manera el desabastecimiento del artículo mencionado. La reacción de los socialistas sería incluso más perversa al enterarse de que José anda señalando que enfermedades erradicadas en dicho país hace casi un siglo, iban a volver por causa de la escasez de alimentos y medicinas. De hecho lo hubiesen encarcelado y silenciado. Obviamente, no sería un preso político, sino un agitador enviado por el imperio para hacer tambalear la revolución implantada por el comandante reencarnado en pajarito.

Tampoco sería del agrado de los socialistas de este nuevo milenio acostumbrados a tener Lexus, vestirse con alta costura y pasar un tiempito en New York, que el humilde José le diga a Evo Morales que su destino era perder las elecciones generales y que su fraude descarado y artero sería finalmente develado, motivo por el cual terminaría renunciando y escapando (con lágrimas de cocodrilo de por medio). Obviamente los amigos de Marx lo tildarían de “culito blanco”, “asesor del imperio”, militante de la “derecha cavernaria”, “bloqueador de pititas”, etc., sería privado de su derecho al libre tránsito y a la vez desprestigiado por sendas conferencias de prensa por parte del lector de los más de 30.000 libros, incluso utilizando citas bíblicas para ello (por cierto, ya va casi un año y hasta ahora no encuentro “Tesaloiences 3.5”). Los movimientos sociales afines al gobierno lo declararían “enemigo del proceso de cambio”, racista y mentiroso, obviamente no resistirían que José les diga que en sueños se le fue revelado que su tan amado líder, “reserva moral de la humanidad”, en realidad no era más de un simple pedófilo, de hecho José sería apedreado por la masa, pues al caudillo se le perdona todo (pregúntenle a Perón), se le entiende todo y se lo pone por sobre todos.

Me pregunto cómo reaccionarían los intelectuales social demócratas paceños cuando el humilde José les revele que sus más terribles pesadillas se harían realidad, es decir que a pesar de sus tertulias de alto contenido intelectual donde se la pasan parafraseando a Foucault, Nietzsche y Marx, sus ideas no tendrían repercusión alguna en la intención de votos y que su “victoria” no fue victoria, ya que en realidad sólo fue el único escape que encontró el pueblo boliviano para librarse del tirano. De seguro José sería excluido de su exclusivo círculo intelectual de “escribidores” de libros.

Para finalizar, cómo reaccionaríamos todos al enterarnos que José tuvo otro sueño, cuasi pesadilla, en el cual veía al pueblo boliviano volviendo a colgarse las cadenas del narcotráfico, la tiranía y la pedofilia, y que la causa de ello es la falta de unión de todos aquellos que desde un principio debieron unirse. ¿Tomaríamos nota de ello y actuaríamos sabiamente?, la respuesta la tendremos el domingo 18, cuando salgamos a emitir nuestro voto.

Marcelo Miranda Loayza es Teólogo y Bloguero.