Guaraní lo superó en el último minuto de juego
Con más pena que gloria, Bolívar entró por la ventana en la Copa Sudamericana, tras caer anoche por 2-3 ante Guaraní, en el último lance por la fase de grupos de la Copa Libertadores que se jugó en el estadio Hernando Siles.
Bolívar accedió al tercer lugar tras la estrepitosa caída de Tigre ante el Palmeiras, con lo que se selló el pase de los celestes a la Sudamericana, con 4 unidades Mientras Palmeiras y Guaraní, con 16 y 13 unidades, respectivamente, accedieron a cuartos de final de la Libertadores.
Sin ideas y apelando a los pelotazos para la cabeza de Marcos Riquelme, Bolívar estuvo lejos del rendimiento que sus hinchas quisieran, ante un rival que se metió en su retaguardia y que supo defenderse bastante bien ante un equipo carente de ideas.
A los 12 minutos de iniciado el partido, el paraguayo Fernando Fernández puso el primer baldazo de agua fría para los hinchas que miraban el encuentro por TV, al rematar solo y fuerte ante un Javier Rojas que no respondió como en otras ocasiones.
Reaccionó Bolívar, pero no lo fue lo suficientemente contundente para empatar.
El primer tiempo terminó con la ventaja mínima del cuadro aborigen, ante un Bolívar carente de ideas y con el pie cambiado.
En el segundo tiempo, las incidencias no cambiaron mucho, con Bolívar intentando el empate con bastante desorden y los goles llegaron en los últimos diez minutos. A los 80, Riquelme, el más peligroso de Bolívar, con un frentazo fuerte venció al buen golero de Guaraní, estableciendo el 1-1.
Luego, fue el turno de Roberto Domínguez, quien con un cabezazo ante la complicidad del golero de Guaraní que metió el balón adentro, estableció el 2-1, los celestes le habían dado la vuelta al marcador.
Pero, no se defendieron bien, porque Nicolás Maná, a los 92 y con fuerte remate que pegó en un zaguero, anotó el 2-2, ante una escasa resistencia del golero Rojas.
Y, en el último minuto de juego, a los 96, José Florentín, con un cabezazo sin marca alguna, batió al golero Rojas, para marcar el 3-2 final.
El resultado fue un castigo para un equipo que no supo cómo ganar ante un plantel paraguayo que se defendió bastante bien y con orden.