Milagros Socialistas

Ni a Marx, ni a Lenin en sus más enfervorizados sueños esquizoides, se les habría ocurrido que, después del fracaso de su teoría qué llevó a la Unión Soviética a 70 años de retraso, al igual que a la isla cubana, a Venezuela, y a otro tanto de países que optaron transitar por ese mismo camino de oscurantismo y miseria, tuviese el éxito de ganar una elección como la que se dio en Bolivia a estas alturas del Siglo XXI, consolidando un eje virtual entre México, La Habana, Managua, Caracas, La Paz y Buenos Aires, y con la expectativa que éste logre su puntal en el seno del Imperio, de vencer Joe Biden las próximas elecciones de ese país.

Lo insólito y discordante de esta Victoria es que haya sido oleada y sacramentada por la propia presidenta del Estado, obviando los datos oficiales del Órgano Supremo Electoral, todavía en escrutinio, y basada únicamente en los dudosos datos de boca de urna de una fortuita encuestadora, con un insoportable retraso.

A ese reconocimiento oficial de la victoria del MAS, se sumó el del candidato perdedor, irrespetando igualmente el conteo oficial de votos que hasta este momento se realiza todavía en el Tribunal Supremo Electoral, con la presencia de observadores internacionales.

Lo rescatable de esta Victoria es que podremos contar con un presidente que, con el estilo del Mono Relojero, de aquella deliciosa fábula de Constancio C. Vigil, luego de hurtar de la relojería de Zacarías (su Amo) una serie de relojes en compostura, comienza un largo viaje de aventuras y peripecias donde trata de venderlos a todos los animales con los que se encuentra, recibiendo como respuestas todo tipo de argumentos que van desde la ignorancia de sus interlocutores, hasta el ridículo y la falta de respeto. En el caso que nos ocupa, él fue quien destruyó la maquinaria económica del país, y su primordial trabajo será concertarla de nuevo, con la esperanza de que no le falten, ni le sobren piezas.

Con la misma premura que la primera mandataria reconoció la victoria de Arce, se ha dispuesto que la trasmisión de Mando se realice en la primera quincena de este próximo mes de noviembre, lo que nos induce a pensar que el flamante presidente estrenará su gestión con el Bono del Hambre, un beneficio anunciado y prometido en su campaña; el mantenimiento de la paridad cambiaria; y, como en 2010, pero con experiencia y mayor éxito, la suspensión de la subvención a los hidrocarburos, medida que los perversos han venido a llamar “gasolinazo”.

Nunca está demás recomendar mucha calma y paciencia ante esta insólita etapa en la que fuimos expuestos por estos acontecimientos. No debemos olvidar que en 14 años nos enseñaron la necesidad de que sintamos miedo, desesperación y desconcierto, ante todo, un conformismo cercano al borreguil para dividirnos y destruirnos cuantas veces les venga en gana. La Venezuela de Hoy es el paradigma de lo que ellos pretenden. Ellos más que nunca necesitan que “Bolivia retroceda y Evo cumpla”; un parasitario paraíso cubano, lleno de promesas y carente de alimentos; una Argentina encarrilada hacia el abismo del caos y la miseria; y al final, Chile y Colombia, como objetivos próximos de caer en estos milagros socialistas.