Lo que empezamos a oír

Es lamentable que nuevamente la población reciba una dosis diaria de aseveraciones caprichosas de parte de los voceros del partido que se impuso electoralmente el día 18 pasado. Se expresa aun antes de la transmisión del mando. Empiezan por justificarse cuando dicen que el MAS “gobernó para todos”, aunque la verdad no acompañe este decir. Nunca en la historia nacional hubo un Estado direccionado exclusivamente al beneficio clasista y partidista. Aún se recuerda que el señor Evo Morales declaró que no asistiría en ningún rubro a los gobernadores y alcaldes que no lo acompañaron electoralmente.

Sostienen también dichos voceros que de la gestión económica se beneficiaron inclusive los que no pensaban como ellos, adjudicándose la autoría de la pasada bonanza, pero sin reconocer que el apogeo provino de los buenos precios internacionales de las materias primas y de los hidrocarburos. La economía no sería tal si no fuera dinámica aquí y en todas partes y, por ello, la liquidez fruto de los altos precios se esparce en la sociedad y de alguna manera beneficia a todos. Otro exceso es que el fenómeno global se lo adjudique al señor Luis Arce, ex Ministro de Economía por 14 años, antes de la elección, en ésta y ahora.

Aseguran que fueron respetuosos de la ley y de la Constitución Política del Estado. Tanto es así que su gobierno se limitó a mirar una corrupción inmensa y sin precedentes. Algunos ejemplos: el Fondo Indígena, las perforadoras de YPFB, los desfalcos en el Banco Unión, la Gestora del Estado, BoA, Catering, etc. Parece que pronto olvidaron su propia Ley Quiroga Santa Cruz. Estos casos, entre otros, jamás se investigaron por el gobierno de 14 años. Los “transitorios” tampoco están libres de culpa en esta endémica lacra del país.

Los mismos voceros se quejan de venganza y de “persecución al pueblo”. Con esos títulos denominan las denuncias contra algunos transgresores de la ley de sus filas partidarias y otros delitos recién descubiertos. Ningún gobierno por transitorio o efímero que sea puede cruzarse de brazos ante el delito y --equilibrando la balanza-- no es venganza ni “revanchismo”. Será solamente justicia, en realidad intento de buscarla, porque de un Ministerio Público heredado del MAS, no se puede esperar mucho y ya la investigación iba a “paso de tortuga”. Encubrimiento que días más o menos no será otra cosa que impunidad.

Mucho se puede comentar acerca de las primicias que nos ofrece el retorno. Paciencia y buen humor para que se nos someta a un nuevo lavado cerebral de las lindezas y “bondades” que nos esperan.