Tras la dura cuarentena impuesta para frenar la propagación del Covid-19, a nivel nacional e internacional, cuya medida desequilibró la economía del país, de industrias y empresas del sector energético, se evidencia que la energía será la llave de la prosperidad, el crecimiento y la modernidad, señala el Comité Boliviano de la Comisión de Integración Energética Regional.
Durante la pandemia, el sector eléctrico no descuidó ni un solo minuto en generar, transmitir y distribuir electricidad a los hogares, a hospitales y a ciudades con alumbrado público, señala la institución.
Pero después de meses de restricciones sociales, las actividades económicas en Bolivia retornan a la normalidad; las industrias, las empresas y el sector del transporte volvieron a operar.
Como no podía ser de otra manera, la energía vuelve a mover a la sociedad. Así lo reflejan los datos: el consumo de energía eléctricas en Bolivia llegó a su pico más alto durante el periodo de pandemia, el pasado viernes a horas 19.00, llegando a 1.456 MW de potencia, en comparación con la demanda máxima registrada en marzo de la presente gestión, que llegó a 1.565 MW, según Bocier sobre la base de datos del Comité Nacional de Despacho de Carga.
Por lo mencionado, se puede evidenciar que las actividades cotidianas están retornando a la normalidad, la economía boliviana progresivamente está tomando su ciclo social-económico, lo cual se ve reflejado en el consumo eléctrico, asegura.
Propuesta
El Comité considera que la energía es elemento vital para el desarrollo de Bolivia, por lo que proponen que se deliberen políticas públicas para la energía eléctrica, para el quinquenio 2021-2026.
En ese contexto, señalan que es necesario que haya el compromiso formal desde el Estado para impulsar y lograr una sanción legislativa, en la asamblea, de una nueva Ley de Electricidad, que reemplace la actual que data de 1994.
Sostienen que la nueva ley debe contemplar, entre otros aspectos, la necesidad de interacciones público-privadas en nuevos emprendimientos en energía, la incorporación definitiva de energías renovables no convencionales a la generación.
El presidente de Bocier, Boris Gómez, sugiere asegurar mercados de exportación de electricidad, que construyan, finalmente, esos puentes de integración energética comercial regional entre empresas de Brasil, Argentina, Perú, Chile y Paraguay.