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A nivel mundial

Inversión extranjera cayó 49 % en primer semestre

> Las mayores caídas se produjeron en los países desarrollados


Los flujos mundiales de Inversión Extranjera Directa (IED) cayeron un 49 % en el primer semestre de 2020 en comparación con 2019, debido a las consecuencias económicas producto de la pandemia Covid-19, revela en su última publicación del Monitor de Tendencias de Inversión Mundial de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

 La caída ya se venía debido a la desaceleración de la economía mundial y más por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que paralizaron el intercambio de bienes y servicios, y por ello el comercio disminuyó.

En su nuevo informe de Unctad, sostiene que a raíz de la pandemia, los bloqueos en todo el mundo ralentizaron los proyectos de inversión existentes y las perspectivas de una profunda recesión llevaron a las empresas multinacionales a reevaluar nuevos proyectos.

“La caída de la IED es más drástica de lo que esperábamos, particularmente en las economías desarrolladas. Las economías en desarrollo capearon la tormenta relativamente mejor durante la primera mitad del año”, dijo James Zhan, director de inversiones y empresas de la Unctad.

Bolivia

En agosto del año pasado un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó que la Inversión Extranjera Directa (IED) en Bolivia cayó a 316 millones de dólares el 2018, el nivel más bajo desde el 2006.

En su momento, los economistas advirtieron la caída de capital privado extranjero por las políticas aplicadas por la administración de Evo Morales, como la nacionalización y la falta de seguridad jurídica.

El informe “La inversión extranjera directa en América Latina y El Caribe” señala que la IED ha caído en Bolivia de 712 millones de dólares en 2017 a 316 millones en la gestión 2018; es decir, el 56 %, con lo cual se colocó en el último lugar de la región en captar inversiones.

“Como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) estas inversiones llegaron a un 0,8 %, nivel muy inferior al de países de la región que también cuentan con importante presencia de sectores extractivos”, señala el reporte.

El informe de la Unctad adelanta que la situación para los países será similar o peor que la pasada gestión en materia de captar inversión privada extranjera en Bolivia, debido a la pandemia y a la paralización de la economía a nivel nacional y mundial.

Perspectiva

muy incierta

Según el informe, las economías desarrolladas experimentaron la mayor caída, con la IED que alcanzó un estimado de 98 mil millones de dólares en el período de seis meses, una disminución del 75 % en comparación con 2019.

La tendencia se vio agravada por las entradas de capital muy negativas en las economías europeas, principalmente en los Países Bajos y Suiza. Los flujos de IED hacia América del Norte se redujeron en un 56 % a 68.000 millones de dólares.

Mientras tanto, la disminución del 16 % en los flujos de IED hacia las economías en desarrollo fue menor de lo esperado, debido principalmente a la resistencia de la inversión en China. Los flujos disminuyeron solo un 12 % en Asia, pero fueron un 28 % más bajos que en 2019 en África y un 25 % más bajos en América Latina y el Caribe.

En los seis meses hasta junio de 2020, los países en desarrollo de Asia representaron más de la mitad de la IED mundial. Los flujos hacia las economías en transición se redujeron en un 81 % debido a un fuerte descenso en la Federación de Rusia.

El informe muestra que los valores de fusiones y adquisiciones transfronterizas alcanzaron los 319.000 millones de dólares en los primeros tres trimestres de 2020. La disminución del 21 % en los países desarrollados, que representan alrededor del 80 % de las transacciones globales, se vio frenada por la continuación de la actividad de fusiones y adquisiciones en las industrias digitales.

El valor de los anuncios de proyectos de inversión totalmente nuevos, un indicador de las tendencias futuras de la IED, fue de 358.000 millones de dólares en los primeros ocho meses de 2020. Las economías en desarrollo experimentaron una caída mucho mayor (-49%) que las economías desarrolladas (-17%), lo que refleja su capacidad limitada para implementar paquetes de apoyo económico.

La cantidad de acuerdos de financiamiento de proyectos transfronterizos anunciados disminuyó en un 25 %, con las mayores caídas en el tercer trimestre de 2020, lo que sugiere que la caída aún se está acelerando.

Perspectivas

Las perspectivas para todo el año se mantienen en consonancia con las proyecciones anteriores de la Unctad de una disminución del 30 % al 40 % en las corrientes de IED, indica el informe.

Es probable que la tasa de declive en las economías desarrolladas se estabilice, ya que parte de la actividad inversora pareció recuperarse en el tercer trimestre.

Se espera que los flujos hacia las economías en desarrollo se estabilicen y que Asia oriental muestre signos de una recuperación inminente.

Los flujos dependerán de la duración de la crisis sanitaria y de la eficacia de las intervenciones políticas para mitigar los efectos económicos de la pandemia. Los riesgos geopolíticos siguen aumentando la incertidumbre.

A pesar de la caída de 2020, la IED sigue siendo la fuente más importante de financiación externa para los países en desarrollo, según la Unctad. El stock global de IED se situó en 37 billones de dólares a finales de 2019.

 
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