Psicología
Bárbaro Francisco Rodríguez, psicólogo
En ocasiones somos sobrepasados por los problemas, por las dificultades o disyuntivas que se nos presentan en la vida, a veces estos son situacionales pudiendo encontrarse una solución a corto o largo plazo. Sin embargo, en otras ocasiones estas situaciones dolorosas o conflictivas son inmutables, por lo que la persona tendrá que enfrentarse a un proceso de duelo, y tendrá que negociar consigo misma para afrontarla, podríamos estar hablando de la muerte de un familiar, la ruptura sentimental con una pareja, la aparición de una enfermedad o cualquier otra piedra azarosa o no con la cual podamos toparnos a lo largo de nuestra vida.
La depresión como enfermedad se diferencia notablemente de la tristeza y es de vital importancia que aprendamos a identificar estas diferencias tanto en nosotros como en otros. Primeramente, cabe aclarar que la tristeza hace referencia a una emoción o estado anímico que nos es sostenible en el tiempo y aparece a causa de una situación en específico. Por otro lado, la depresión es una enfermedad y se enmarca dentro de los trastornos del estado de ánimo; sin embargo, no es interés nuestro entrar en terminologías o palabras técnicas que nada aportan a la detección temprana de un episodio depresivo en el día a día. Por lo que definiremos la depresión como un estado de tristeza o desesperanza profundo, el cual dura mínimamente 2 semanas, donde la persona comienza a alejarse de su círculo social, comienza a mostrar una total despreocupación por su apariencia personal, cambia drásticamente sus hábitos alimenticios, y se desvincula o presenta severas dificultades en su despeño laboral o escolar.
Una vez identificados algunos de estos síntomas, llegamos al punto más importante ¿Como ayudar a alguien con una aparente depresión?
Para dar respuesta a esta importante pregunta enmarcaremos a continuación algunos factores de protección imprescindible para la evolución favorable de un episodio depresivo.
Redes de apoyo
Lo más importante en situaciones donde posiblemente exista un episodio depresivo es que la persona no pierda su conexión con el circulo social, haciendo referencia así a los amigos, familiares, pareja, o colegas del individuo afectado.
Las redes de apoyo del individuo tienen una tarea fundamental y es la de no abandonarlo, luego deberán buscar un acercamiento desde el cual puedan contenerlo emocionalmente y sugerir la búsqueda de un profesional de la salud mental, también es importante vigilar o estar atentos a posibles ideas suicidas. Y por último, en el peor de los escenarios, donde la persona no evoluciona favorablemente y solo empeora su condición, ésta deberá ser llevada de forma obligatoria a un centro de salud mental para que pueda recibir el tratamiento farmacológico y psicológico correspondiente.
La escucha activa
Es de vital importancia comprender que la persona que está en un episodio depresivo no entiende razones, no quiere tampoco que le hablen de las bondades de la vida o las cosas positivas que pueda haber a su alrededor. Esta persona lo que necesita en primera instancia es ser escuchada, no interrogada o aconsejada. Y exactamente esto significa “Escucha activa” la habilidad de escuchar sin juzgar, donde le demos un espacio de confianza y desahogo, pero al mismo tiempo estemos atentos a cualquier palabra, chiste o comentario que pueda indicar una posible acción de la persona en contra de su propia vida.
Empatía
Es importante comprender y posicionarse en la situación del otro, el dolor en muchas ocasiones es un sentimiento subjetivo, por lo que no podemos medir la gravedad de una situación conflictiva tomando como referencia nuestra propia perspectiva, por lo que tenemos que desprendernos de todo tipo de prejuicios para poder comprender que, por ejemplo, el fallecimiento de una mascota pueda llegar al extremo de generar ideación suicida, y es que si indagamos, seguro podremos ver que este animal para la persona no era solamente una mascota, sino que cumplía una función de familiar, y que era su única compañía al finalizar el día, luego de los habituales estreses de la vida diaria. Si no logramos comprender y aceptar situaciones así estaremos en una posición defensiva desde la cual solamente lograremos que el individuo se aísle de sus redes de apoyo.
Profesionales de la Salud Mental
El último de los factores de protección que comentaremos será este; la atención especializada, que es sin lugar a dudas el más importante de todos. Ya que como comentamos en un inicio, la depresión es una patología de la cual no estamos exentos de padecer ninguno de nosotros, quizás algunos tienen más posibilidades que otros, pero todos podemos llegar a padecerla, por lo que tenemos que comprender que igual que cuidamos nuestro corazón o nuestros pulmones, y nuestra vista realizándonos chequeos médicos anuales para verificar nuestro estado de salud o asistiendo al médico cuando se presenta un problema, tenemos que atender también la salud de nuestro cerebro, el órgano más importante y complejo de todos, pero paradójicamente el más desatendido.